"Los años noventa fueron una época preciosa en la ciudad de Oviedo; bellísima en sus aires decadentes y que aún conserva sus tintes aristocráticos". El abogado y escritor Víctor Celemín se refirió así a una etapa histórica de la ciudad que ha inspirado en parte su libro "El expediente Altamirano", presentado ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

El volumen es, según el escritor Juan Miguel Fernández, una inquietante colección de relatos sobre el estado de la justicia, "con personajes que se asoman a las páginas para reflexionar, con un sentido del humor entre pesimista y esperanzado, sobre los deberes de nuestro tiempo y las imprevistas maneras de librarse de ellos".

En la presentación también participó el catedrático Alfonso García Leal, quien destacó el cúmulo de "personajes extravagantes zarandeados por un destino nada fácil, que aparecen en el libro y reflejan un mundo que parece intemporal, pero que a la vez es muy real". Celemín habló ayer del Oviedo de los años del entrenador Luis Aragonés y de la polémica por las entonces incipientes peatonalizaciones de las calles; también del famoso perro "Rufo", al que dedica un relato. Roberto Sánchez Ramos, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, alabó la faceta literaria del autor, cuyo primer libro, "El derecho en la literatura medieval", está incluido en el catálogo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Sánchez Ramos definió a Celemín como "un abogado que ejerce su profesión de forma muy digna y que además se dedica a escribir, y lo hace muy bien". Celemín también ha escrito otras obras relacionadas con su profesión.