Raquel Roca (Madrid, 1976) es periodista, experta en nuevos perfiles laborales y autora de "Knowmads, los trabajadores del futuro". Ayer habló sobre emprendimiento y educación junto a Pablo Peñalver y Carlos Hevia-Aza en las jornadas organizadas por Oviedo Emprende.
-¿Qué es un "knowmad"?
-Nómada del conocimiento. El término es del sociólogo John Moravec. Lo utilizamos para referirnos al perfil de trabajador que mejor se adapta al siglo XXI. Por un lado es un versión sofisticada y cien por cien digitalizada del "freelance" y se estima que en 2020 serán el 45% de la población activa. Deciden por sí mismos ser autónomos y trabajar por proyectos en distintas empresas. Por otro lado, la mentalidad "knowmad" se puede aplicar a cualquier profesional, aunque sean asalariados, si disponen de una serie de habilidades blandas que mejoran su empleabilidad: ser más colaborativos, tener competencias digitales, un buen personal branding, es decir, una buena marca personal en redes, son creativos y eso les permite innovar en un mundo cambiante.
-¿Resilientes?
-Más allá incluso. No sólo se adaptan al cambio, son promotores del cambio. En realidad tienen las características de un emprendedor, que cuando se da en un entorno de trabajo es una especie de emprendedor interno.
-Entonces, el freelance no hace al knowmad.
-No. El knowmad elige libremente ser autónomo. Mucha gente joven, en especial los de las nuevas profesiones de las nuevas tecnologías, tienen clarísimo que ni de broma se quieren atar a una empresa. Lo que quieren es trabajar en proyectos chulos.
-¿Y los nómadas digitales?
-Tienen una raíz y unas características parecidas, pero no es lo mismo. El knowmad puede trabajar en cualquier sitio pero no lleva su casa a cuestas. El nómada digital viaja físicamente por todo el mundo con su mochila, sólo necesita una wifi donde conectarse.
-¿Qué pasa con los derechos laborales en este nuevo contexto tan flexible?
-Hasta ahora el autónomo era el gran perjudicado, pero eso va a cambiar. Se va a dar una relación "win-win" entre empleador y empleado de manera autónoma, porque la empresa necesita traer determinado talento y tiene que hacer lo posible para lograr esos perfiles. Al trabajador asalariado yo le diría que piense de qué manera está en juego su empleabilidad, porque si no desarrolla su mentalidad emprendedora puede tenerlo difícil. Ya no basta con ser buen profesional. Puede que tu empresa cierre porque la compre otra más grande. Puede venir una startup pequeñita y comerse el terreno de tu empresa.
-¿Pero se imagina un sindicato de knowmads?
-Espero que no les haga falta. Los sindicatos nacieron, con todo el sentido, de la pelea con el empresario. Pero ese es el gran error que arrastramos. Cuando se trata bien a la gente ya no te hace falta estar a la defensiva. Eso también está cambiado. Ahora la empresa pone al empleado en el centro de su negocio, no al consumidor. En eso consiste mi trabajo, en humanizar compañías. Y por eso digo que los departamentos de Recursos Humanos también deberían desaparecer. Eso significaría que lo estamos haciendo superbien. Y lo suyo es que el sindicato también se extingan.
-¿Cómo es eso de humanizar compañías?
-Ayudo a grandes empresas a digitalizarse y hacer la transformación cultural. Eso implica también humanizar su modelo organizativo.
-¿Y encuentra rechazo?
-Ahora es la etapa del miedo. Están viendo que ya no hay seguridad ni hasta para la empresa más grande y establecida. Las empresas tecnológicas entran y se comen todo el negocio en sectores ajenos. Y pasa en todas partes. Hasta en la banca. Facebook ya está haciendo banca.
