El plan director de la Catedral vuelve a estar en marcha con el inicio de las obras de restauración de las fachadas de la Corrada del Obispo y el Tránsito de Santa Barbara.

Las obras, propuestas en el plan, serán dirigidas por Jorge Hevia, redactor del proyecto junto a Cosme Cuenca ya en 1997.

Esta mañana ha comenzado el montaje de los andamios, que rodean la fachada por la Corrada del Obispo y el Tránsito de Santa Bárbara.

La restauración de la Cámara Santa, reinaugurada en 2014, fue la última gran obra acometida en la Catedral de Oviedo. En 2015 se llevó a cabo una actuación de menor envergadura, en el retablo de la Inmaculada, en el crucero. Ahora, con la rehabilitación de las fachadas de la Corrada del Obispo y del tránsito de Santa Bárbara la Catedral retoma el plan director con las directrices a seguir para su mantenimiento y conservación. Las obras en la Corrada del Obispo empezaron hoy y requieren de la instalación de un andamiaje un tanto aparatoso y dispuesto de tal modo que deje paso a los vehículos de urgencias en la zona del tránsito de Santa Bárbara.

La rehabilitación de las fachadas de la Catedral llega después de que se produjeran varios desprendimientos y se precipitaran a la calle varios fragmentos pétreos. De eso hace ya un par de años. El pasado mes de septiembre, antes de que comenzaran los conciertos de San Mateo en la plaza de la Catedral y como precaución ante nuevos desprendimientos, fueron retirados los elementos más inestables de la fachada.

El Cabildo sufragará las obras con sus propios fondos. Están presupuestadas en unos 50.000 euros y serán ejecutadas por la empresa asturiana Artecdos Arquitectura Técnicas de Restauración y Construcción.

Las obras, si se cumplen las previsiones del arquitecto, durarán tres meses. Será la vigésima cuarta actuación acometida en el marco del plan director de la Catedral, que comenzó, según recuerda Hevia, con la reparación del rosetón del brazo norte del trasepto -curiosamente, a raíz de un desprendimiento que se produjo durante la visita de la abuela del Rey a la basílica ovetense.

Luego se realizaron obras en las estructuras de las cubiertas, en la antigua sacristía y la capilla de Santa Eulalia de Mérida; en el claustro, que fue un empeño personal del fallecido deán Rafael Somohano; en la Cámara Santa, en dos fases, y en la girola.

La filosofía del plan director, explica Jorge Hevia, es simple: "primero se garantiza la estanqueidad del edificio y luego se procede con el interior. En la girola, por ejemplo, se resolvió primero la filtración de humedades y después se restauraron los retablos barrocos.

En las fachadas de San Salvador que dan a la Corrada del Obispo y al tránsito de Santa Bárbara "la operación será muy parecida a la que se acaba de llevar a cabo en San Isidoro: la fábrica pétrea es la misma", según el arquitecto, que hace referencia a la obra de la iglesia de la plaza del Ayuntamiento.

En la Catedral, la actuación consistirá en "sellar" la piedra de la fachada, reintegrar el material donde sea posible, proceder a rejuntear, proteger los planos más sobresalientes con chapa de zinc y tratar las áreas con labras escultóricas, como escudos y otros elementos decorativos, con hidrofugante.