"Yo era un niño del barrio más humilde de Oviedo, El Rancho". Antes de empezar su relato, Wenceslao López (PSOE), alcalde de Oviedo, advirtió de que era posible que el Padre Ángel no recordase la anécdota que estaba a punto de relatar. En el teatro Campoamor, ante un patio de butacas que se llenó para homenajear al sacerdote y presenciar la proyección de un documental sobre su vida y obra, el regidor resaltó que fue "hace más de 55 años" cuando vio por primera vez al fundador de Mensajeros de la Paz. "Fue en la plaza de Feijoo, lo tengo grabado en la memoria", destacó López. El regidor ovetense rememoró que en aquella ocasión se encontraba en compañía de una pandilla de amigos y que el sacerdote iba acompañado del Padre Ángel de Silva. "Encontramos a dos ángeles", relató López al tiempo que apuntó que recordaba también "algún encuentro más en los bajos de Guillén Lafuerza". Con la voz cargada de afecto y agradecimiento, el socialista se giró hacia el Padre Ángel, a su espalda sobre las tablas del teatro para reconocer su labor: "Uno de los niños de Oviedo a los que tendió la mano hoy está aquí como alcalde".