El reloj de la fachada del Auditorio junto a la estatua del violinista vuelve a estar en hora. Operarios de una contrata municipal provistos de un camión con cesta elevadora pusieron a punto ayer en torno a las seis y media de la tarde una de las dos esferas del reloj de estilo isabelino que desde hacía varias semanas se había quedado parado a las diez y veinticinco. Un día después de que LA NUEVA ESPAÑA publicara una queja vecinal alertando de la avería del reloj isabelino del Auditorio, los servicios municipales ordenaron la reparación del aparato, que se encuentra junto a la estatua del violinista, en la esquina más próxima al edificio de EDP. Desde ayer a las seis y media, la esfera del reloj que mira en dirección opuesta a la plaza vuelve a marcar las horas inexorablemente y ha dejado de tener suspendida la melodía del violinista a las diez horas y veinticinco minutos.