"Hay una cobardía epidémica y, de momento, epidérmica, a manifestar las propias creencias; y quien lo hace sufre de inmediato la burla, el sarcasmo o simplemente la descalificación de quienes administran la opinión pública y la opinión publicada, en nombre de la modernidad y del progresismo, en un régimen vicioso de democracia de enjambre".

El periodista y escritor Evaristo Arce Piniella (Villaviciosa, 1941), que forjó buena parte de su exitosa carrera en LA NUEVA ESPAÑA, ofreció ayer el pregón oficial de la Semana Santa de Oviedo con un discurso que calificó de "artesano, reivindicativo, probatorio, crítico y con la intención de ser muy personal".

Y así fue, personal y valiente, incluso para reconocer que tras haber aceptado el encargo tuvo que escuchar muchas insinuaciones, mezcla de sorpresa y reproche, del tipo, "Yo no sabía que tú..."; "O sea, que tú también". "Es como si estuviese traspasando una línea roja o hubiera sido abducido por una sociedad secreta". A juicio de Arce, experto en arte, fundador de la extinta Bienal de Oviedo y durante años director y conservador de la colección Masaveu, "vivimos bajo el dominio del sucedáneo; más que un emporio, todo un imperio, modernamente favorecido por las redes sociales". "Consumimos productos e ideologías descafeinados, cuando no adulterados; estamos rodeados de imitaciones de usar y tirar", agregó.

Frente a esas realidades virtuales, Arce, que recordó con cariño las procesiones de su infancia, en Villaviciosa, reivindicó la vigencia de la Semana Santa, "que no es una franquicia ni una promoción, ni una oferta comercial; no es folclore ni turismo a secas, aun cuando en determinados aspectos se nutra de ambos componentes". Al pregonero lo presentó su buen amigo y colega el periodista y también escritor allerano Juan de Lillo, con el que empezó a trabajar en LA NUEVA ESPAÑA en el año 1962. De Lillo, que fue redactor jefe del diario, en el que permaneció veinticinco años de cuarenta de ejercicio profesional, destacó la generosidad y la calidad humana de Arce, "una de las personalidades más relevantes en sesenta años de periodismo asturiano". Luis Manuel Alonso González, presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Oviedo, recalcó las importantes aportaciones del presentador y del pregonero a la cultura de la región. Además, agradeció el apoyo de las fuerzas de seguridad del Estado, "y de las personas que llenan las aceras y se santiguan al paso de las procesiones".

Arce, que dirigió el área cultural de la Caja de Ahorros, aseguró que "entre el misticismo castellano y el arrebato andaluz, la espiritualidad del asturiano se sitúa en la sobriedad".