El grupo municipal socialista salió ayer al paso de las acusaciones de IU sobre que la invitación realizada por el alcalde, Wenceslao López, al Arzobispado para comer las fresas el día del Corpus vulnera el pacto de laicidad aprobado por el pleno el pasado mes de septiembre. A juicio de Ana Rivas, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, el acuerdo municipal sobre la laicidad "no debe ni puede colisionar con las buenas relaciones institucionales que debe mantener el Ayuntamiento".

Aunque Rivas matizó que "cosa diferente es la asistencia o no a actos de carácter religioso, que debe ser de carácter estrictamente personal". Eso sí, Rivas insistió en que las fresas "se trata de una tradición entre dos instituciones relevantes de la ciudad. En ningún caso es un acto confesional y por tanto no compromete la, para nosotros, obligada laicidad del Ayuntamiento". Rivas rememoró, ante las críticas de IU de que el asunto no se abordó en la Junta de Gobierno, que "los miembros de la Junta de Gobierno tomamos la decisión de formalizar esta invitación el pasado año. De hecho, se celebró y asistimos los cinco grupos políticos del Ayuntamiento, y no ha habido ninguna decisión que revoque ese acuerdo".

Por otro lado, Rivas cargó contra el grupo municipal del PP, que acusó al Alcalde de ser un "cínico" y de poner en una posición incómoda a la Iglesia con la invitación después de que la Iglesia decidiera suspender el caldo al que invitaba al Ayuntamiento el Domingo de Ramos. "No entendemos cómo hacer una invitación a otra institución manteniendo una tradición puede considerarse intentar poner en un aprieto al invitado. Sería como decir que el año pasado cuando nos invita el Cabildo a nosotros estaba intentando ponernos en un aprieto", sentenció Rivas sobre las apreciaciones del PP.