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Pinceladas geológicas ovetenses

El subsuelo enseña sus secretos

La construcción de aparcamientos subterráneos en la ciudad dejó al descubierto la riqueza de materiales que habitan bajo los pies de los ovetenses

Construcción del aparcamiento subterráneo de Llamaquique, con el edificio de las Consejerías aún en obras. M. G.

La congestión del tráfico rodado en las ciudades ha supuesto una odisea para estacionar los coches. El uso de vehículo privado como medio de transporte tiene aspectos positivos (libertad de horario y flexibilidad de recorrido entre origen y destino, entre otros), pero otros muy negativos, entre los que destaca la dificultad para aparcar. El espacio destinado a este fin en la vía pública se muestra insuficiente, máxime cuando se acometen importantes labores de peatonalización -como es el caso de Oviedo- o una simple ampliación en la anchura de las aceras.

El primero de los 26 aparcamientos subterráneos que se describen en el artículo -hay muchos más de índole privada a los que no se alude- fue el de la plaza de La Escandalera, cuya inauguración data de 1973. Disponen de dos plantas con 400 plazas. Casi simultáneamente, en 1975, se excavó el de "Galerías Preciados" -hoy "El Corte Inglés"-. A continuación se construyeron los de "Salesas" (1982), en la calle General Elorza, y el de Llamaquique (en 1989), en la calle Coronel Aranda (hoy Trece Rosas), a raíz de cuya actuación debió desalojarse temporalmente la anexa Facultad de Geología por fallos en la cimentación, al contar con un subsuelo yesoso.

Tuvieron que pasar varios años para que se abordasen nuevas acciones, normalmente en régimen de explotación privada y con un sistema de rotación. Se socavaron entonces -período 1994-1995- los de la plaza Longoria Carbajal, plaza de San Miguel y "El Vasco". Además, saltaron las alarmas al anunciarse, en 1995, la ampliación del de La Escandalera por debajo del Paseo de los Álamos, proyecto que no llegó a fructificar por la enorme presión ciudadana.

A través de la sociedad municipal Gesuosa, una entidad creada en 1994, el Ayuntamiento intentó dinamizar, a partir de 1998, la construcción de aparcamientos a través del nombrado "Plan Apar 3.000". Se emprendieron entonces nuevas infraestructuras en Ventanielles, Milán (Pumarín I), Los Albergues de Otero y La Argañosa I.

Tras la etapa de Gesuosa entró en actividad Cinturón Verde de Oviedo, sociedad constituida, el 13 de noviembre de 1992, con la finalidad de eliminar las vías del tren de la ciudad (el denominado "cinturón de hierro") y gestionar el uso del espacio liberado. Esta compañía fue utilizada con posterioridad para promover un ambicioso plan de parkings. En el accionariado societario participaron el Ayuntamiento, el Principado de Asturias, el Ministerio de Fomento (a través de la sociedad estatal Sepes) y Renfe y Feve. En octubre de 2002, el Consistorio firmó la compra de las acciones de Renfe, Feve y Sepes, pasando a convertirse en el asociado mayoritario con un 75%, quedando las restantes en poder del Gobierno del Principado. La gestión empresarial tuvo luces y sombras. Las primeras derivaron de la eliminación del cinturón de hierro. Las segundas supusieron enormes pérdidas económicas al ocuparse de los estacionamientos, que han costado a los contribuyentes ovetenses, entre 2003 y 2013, decenas de millones de euros.

Con la intervención de "Cinturón Verde" tuvo lugar el mayor impulso en la edificación de obras subterráneas, lo que representaba crear más de seis mil nuevas plazas. De este modo, entre finales de 2001 y 2003 se pusieron en marcha once estacionamientos más: Estación de Autobuses, Ursulinas (Ciudad Naranco), Parque de Invierno, Depósitos del Fresno (El Cristo), Vallobín, Turina, La Argañosa II, plaza de Madrid, Fozaneldi, Azcárraga y Rodríguez Cabezas (Pumarín II, plaza Eduardo Úrculo).

A partir de ahí el Ayuntamiento se hizo cargo del asunto y asumió la responsabilidad de edificar los aparcamientos para residentes en la calle División Azul (ahora Real Oviedo) y Ferreros (Ciudad Naranco, plaza Juan Pablo II). Un quinquenio después se inauguró el parking del Palacio de Congresos, con tres plantas bajo rasante y una capacidad para 2.100 vehículos.

En la última etapa, concretamente en el año 2015, se llevó a cabo una nueva infraestructura para residentes en la plaza de La Gesta (ahora del Fresno). La empresa Ogensa construyó 394 plazas. Una parte de ellas se explota generalmente en régimen de rotación.

La realización de una labor subterránea no está exenta de dificultades geotécnicas. Requiere un completo conocimiento geológico del terreno sobre el que se va a operar. La problemática se concentra en tres aspectos fundamentales: excavación, contención y cimentación. Obviamente, las dificultades se amplifican con la profundidad y con la cercanía a edificaciones. Los mayores subterráneos construidos en Oviedo alcanzaron cinco plantas: "Salesas" y Rodríguez Cabezas. También los hay de cuatro (Llamaquique, Longoria Carbajal, plaza de Madrid, Ferreros, Vallobín y Real Oviedo), y de tres ("El Vasco", plaza San Miguel, Otero, El Cristo y Palacio de Congresos); el resto dispone de dos pisos. Otros seis aparcamientos (La Escandalera, "Salesas", "El Vasco", Longoria Carbajal, Otero y La Gesta) se horadaron en calizas del Cretácico, caracterizadas por una gran resistencia mecánica, que no hizo difícil la contención de los taludes, ni la cimentación.

La mayoría de los aparcamientos fueron excavados en materiales del Paleógeno que obligaron a adoptar medidas especiales de sostenimiento. En unos casos hubo que recurrir a pantallas de pilotes fabricados in situ, (Llamaquique y Estación de Autobuses); en otros a un muro perimetral con anclajes (en la plaza San Miguel); pilotaje (en Pumarín); pantalla de micropilotes (en la plaza de Madrid); pantalla de pilotes anclados (en el Palacio de Congresos) y pilotaje, en La Argañosa. El vaciado en la plaza que avista el Palacio de Deportes supuso el colapso de varios bloques de viviendas. Las obras de la calle Real Oviedo precisaron -por el temor que produjo la anterior perforación- una pantalla de pilotes secantes que, con 757 unidades, batieron el récord de España.

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