Niebla "cabecea un poco" a causa del impacto que sufrió cuando fue arrojado, junto con los otros tres cachorros de su manada, al río Nalón el pasado jueves. A pesar del golpe, se encuentra en buen estado de salud y no se ha separado del resto de la camada, a la que pertenecen también Flamenco, Mary y Max. Por fortuna, el lanzamiento no fue lo suficientemente fuerte y el saco en el que se encontraban los perros, cuya raza aún no se ha podido determinar, no llegó al agua. Fue descubierto en la senda de Fuso de la Reina, donde los animales fueron rescatados y trasladados al albergue municipal, que ya ha encontrado quien les cuide. La Asociación Espertar Animal de Siero ejerce como tutora de los pequeños y ha confiado sus cuidados a una familia de "máxima confianza" con la que conviven todos juntos en Noreña.

En sus primeros tres meses de vida, los cachorros necesitan muchas atenciones, "tiempo y experiencia", de ahí que hayan sido muy selectivos al buscarles destino. "Cada dos horas tienen que tomar el biberón", dice Marisela González para lamentar después que "este año ha habido un ´boom´ de camadas y perros adultos que aparecen tirados o en contenedores". Junto ella y Tamara Díaz, su compañera de asociación Laura Cueva y la responsable de adopciones del albergue municipal de Oviedo, Eva Rodríguez, que se encargan de mimar a los cachorros cuando tienen que salir de su hogar de Noreña. Los cogen y los aprietan contra su abrigo, acariciándolos con cariño para darles el calor que necesitan cuando se separan de la calefacción.