"No puede ser que pagues un precio desorbitado para luego esperar más de media hora para aparcar". Así explica la vecina de La Corredoria Mónica Menéndez el "suplicio" al que se ve sometida durante muchas de sus habituales visitas al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde los usuarios denuncian la creciente saturación de los aparcamientos, gestionados por una empresa privada, a las siete y las once de la mañana.
El gijonés Elías Fernández reconoce que en alguna ocasión fue víctima de los atascos. "El otro día tuve que esperar 30 minutos en el parking de consultas para poder estacionar", recuerda en un caso idéntico al que vivió el tapiego Francisco Carmelo Amor, que pide una mayor efectividad en el servicio. "No es caro si hay aparcamiento rápido", apunta, coincidiendo ambos en la necesidad de aumentar los aparcamientos.
Igual de partidaria de aumentar la oferta de plazas la vecina de Trubia Patricia Álvarez. "No me parece caro así que, bien sea de pago o gratuito, estaría bien poner más aparcamiento" sugiere la usuaria que ayer mismo echó más de un cuarto de hora de encontrar la única plaza que quedaba libre al entrar en el parking más cercano a la zona de consultas.
"Hay una clara necesidad de más plazas cercanas a las consultas externas", indica la avilesina Maite González, que lamenta que encima de pagar haya que padecer incomodidades. "En ocasiones, la gente mayor tiene que caminar mucho y mojándose por estar en un parking descubierto", dice González, que propone más plazas cubiertas.
Sin embargo, las quejas también se extienden a los propios trabajadores, que aseguran vivir en un constante adelanto de su llegada al trabajo. "Cada vez la gente madruga más para evitar escasez de plazas", sostiene Paloma Fernández
La gijonesa María Fernández admite que busca alternativas para no tener que pagar ni un euro por aparcar en el hospital. "Soy de las que ocupa las plazas de personal si hay muchas vacías", declara acerca de lo que considera una de las posibles claves de que las retenciones lleguen en muchas ocasiones hasta las glorietas de acceso. "Debería ser todo público y gratuito", añade.
Algo que no comparte una Patricia Álvarez más conformista. "El servicio está bien pese a algunos problemas puntuales", defiende la vecina de Trubia.
