El Carlos Tartiere ya echa el cierre nocturno. LA NUEVA ESPAÑA pudo comprobar el lunes pasado que, contra lo que venía sucediendo durante los últimos meses, todas las puertas exteriores del estadio estaban cerradas a las once de la noche.

Este diario había advertido de que el Tartiere, de titularidad municipal, tenía el pasado sábado por la noche, al menos, dos puertas abiertas y sin vigilancia, por lo que cualquier persona estaba en disposición de entrar libremente al interior del complejo. Varios vecinos del entorno, que fotografiaron los accesos expeditos, denunciaron que se trata de una situación que se venía produciendo desde hace meses, con el riesgo que ello conlleva para la seguridad del estadio y de las instalaciones del Real Oviedo.

Una de las puertas que estaba sin cerrar el sábado conduce al palco de autoridades del campo, según un cartel instalado en su parte superior.

Las denuncias vecinales sobre las puertas del Tartiere coincidieron en el tiempo con la distribución, por parte de Gabino de Lorenzo, delegado del Gobierno y ex alcalde de la ciudad, de un informe policial en el que se detallan una serie de fallos de seguridad en el Carlos Tartiere.

El tripartito ovetense reaccionó a este escrito asegurando a los aficionados que pueden acudir al estadio con tranquilidad, aunque reconociendo que en las instalaciones sí que hay carencias y deficiencias, pero muchas de ellas previas a la llegada del socialista Wenceslao López a la Alcaldía en 2015.

En todo caso, el regidor ha dado traslado del informe policial a los servicios técnicos municipales para que analicen y determinen si esos fallos son achacables al Ayuntamiento. Además, de forma paralela, ha convocado de urgencia una reunión de la junta local de seguridad, fijada para las 09.30 horas de mañana, jueves. Este órgano de coordinación policial está presidido de forma conjunta por el regidor y por Gabino de Lorenzo.