Marcos Gómez es un vecino de La Corredoria que se desplaza en silla de ruedas y que tiembla cada vez que tiene que acudir al centro de salud del barrio. No en vano, hace unas semanas se quedó encerrado en el primer piso del ambulatorio mientras sonaba la alarma de incendios "porque las salidas de emergencia no son accesibles" y los ascensores se quedaron bloqueados por seguridad, como marca el protocolo. "Si hay un incendio y esto sigue así nos quemaremos. En ese piso está el área de pediatría y las madres tampoco pueden salir con sus carritos. Además hay gente mayor en silla de ruedas", denuncia Gómez, que le exige al Principado "soluciones inmediatas" para evitar "una desgracia".

El Partido Popular de Oviedo también pide que se tomen medidas con celeridad. El concejal Eduardo Llano, que también usa silla de ruedas, estuvo ayer en el centro de salud para comprobar los problemas que se les plantean a los usuarios. "Todas las salidas de emergencia del primer piso tienen unos escalones y van a dar a un pasillo situado en la parte trasera del edificio en el que hay otros tres bloques de cuatro escaleras cada uno. Además se accede a una puerta metálica que siempre está cerrada a cal y canto, por lo que nadie puede salir", explica el concejal del Partido Popular.

Por el momento el segundo piso del centro de salud de La Corredoria no está abierto para los usuarios, pero según los denunciantes "acabará abriéndose y está mucho peor". En ese caso, la única salida de emergencia -siempre según los pacientes- es una "larga y empinada escalera" que también da al mismo pasillo de hormigón. "La solución no es muy difícil si hay voluntad y se trata de una situación muy peligrosa para las personas", afirma el popular Eduardo Llano.

La alarma del centro de salud sonó en varias ocasiones después del primer altercado de Marcos Gómez. "El agua del baño salía muy caliente y provocaba vapor, lo que hacía saltar la alarma. Lo único que nos queda cuando pasa eso es esperar a que lleguen los bomberos", dice Gómez.