Antonio Alonso Castrillón prefiere que le llamen Toni a secas. Este hostelero ovetense de 43 años lleva media vida ligado a la sidra y llegó a Gascona como propietario de un negocio en el año 2007. Desde ese momento es miembro de la asociación de sidrerías de la calle, un colectivo para el que hace de portavoz en esta entrevista.
- La Asociación de Sidrerías de la Calle Gascona cumple veinte años en 2018 y usted lleva diez involucrado, ¿qué ha cambiado en todo este tiempo?
-Pues como asociación hemos cambiado mucho, aunque creo que siempre a mejor. Desde que empezamos se han ido organizando eventos progresivamente que le dan mucho dinamismo a la ciudad y creo que cada año mejoramos un poco más. Muchos de ellos ya están más que consolidados.
- ¿Pero se vende más o menos sidra?
-Se vende más sidra ahora que antes. El mejor ejemplo es que durante los peores años de la crisis fue una de las bebidas que aguantaron el tirón. Yo creo que la clave es que la sidra es un producto que se comparte y que resulta de bajo coste a la hora de alternar.
- El precio de la botella ha subido a 2,70 euros, ¿no se quejan los clientes?
-Yo creo que una subida de veinte céntimos por botella no se nota demasiado en la cartera de los clientes. Además, la sidra es un producto que llevaba muchos años estancada en un mismo precio y la vida sube en todos los ámbitos a una velocidad vertiginosa. La hostelería puede que sea uno de los pocos sectores que lleva manteniendo los precios desde hace muchos años, de hecho un café casi cuesta lo mismo ahora que hace una década. Y eso que los proveedores también han elevado las tarifas.
- ¿Y por qué se establece un precio unificado y no se puede competir entre las sidrerías como ocurre con otros productos?
-En realidad no hay un precio establecido. Evidentemente resulta lógico que las sidrerías nos unamos en este aspecto para defender nuestra profesión. Si alguien pone la botella más barata al final lo que está haciendo es ir contra sí mismo. Pasa en todos los sectores. Al final la sidra es la misma en todos los lados, viene por lotes.
- Pero hay locales en los que te la echa un escanciador y otros en los que le dan al cliente un "pitorro" de plástico para que se sirva, ¿cree usted que esa botella de sidra sin escanciar también tiene que tener el mismo precio?
-Hay clientes que piden el "pitorro" o las máquinas que existen para poder echar sidra en la propia mesa. Muchas personas prefieren servirse ellos mismos cuando quieren y echar en el vaso la cantidad de sidra exacta que quieren beber en ese momento. Pienso que el precio tiene que ser el mismo, ponerla más barata sería meterse en una guerra con el cliente. No obstante, la mayoría de las sidrerías de Gascona contamos con echadores profesionales que siempre están al servicio del cliente.
- ¿Piensa usted que esas máquinas pueden acabar a la larga con la figura del escanciador?
-Creo que no. Pienso que los escanciadores mecánicos son una alternativa. Nosotros siempre abogamos por escanciarla, pero como hay gente que lo quiere hacer así, lo tenemos como alternativa. El escanciado es una tradición muy importante como para que desaparezca y por eso nosotros estamos en contacto con escuelas de hostelería para crear cursos de escanciado y formar buenos profesionales.
- ¿Qué opina del ascenso en cuanto a popularidad de la sidra vasca?
-Pues creo que está ganando un protagonismo que no debería. En este aspecto hay que darles un pequeño tirón de orejas a los responsables del Principado para que se pongan las pilas y trabajen para poner a la sidra asturiana en el sitio que se merece. No podemos dormirnos en los laureles, aunque la sidra vasca no es como la asturiana, es más de tonel y no está terminada de forma tan fina como la nuestra.
- Este año los vecinos se quejaron de las molestias que les provoca la celebración de la Preba de la Sidra de Gascona, ¿qué pasó?
- Hubo una falta de comunicación por parte de los vecinos . Lo llevaron a los medios sin que nosotros supiésemos que tenían quejas. Nosotros no queremos ningún conflicto con los vecinos, queremos ir de la mano y así lo haremos siempre.
- Los hay que piden que ese evento se celebre en otro punto de la ciudad, ¿lo ve factible?
-Claro que no. Sería como llevar al Real Oviedo a jugar a El Molinón. La cuna de la sidra en esta ciudad es Gascona, y la Preba tiene que celebrarse aquí.
- ¿Están contentos con el apoyo que les brinda el Ayuntamiento?
-Gascona tiene un impacto económico y turístico muy importante y deberían esforzarse más. Dejémoslo ahí.
