La ruta de la sierra de las Palancas y del Pico Paradiella, entre los concejos de Cudillero y Valdés, comienza en la variante del Camino de Santiago, conocido como "La Sierra las Palancas" o "Camín de los Vaqueiros". Este tramo fue muy utilizado en la antigüedad pues, era más directo que el de la costa, ya que evitaba el continuo subir y bajar a los valles.
A la derecha parte una ancha pista que se introduce en un pequeño pinar y asciende dejando al norte el Pico Cabornín. El caminante transita entre los límites de los concejos de Valdés y Cudillero.
Más adelante se adentra en Valdés y divisa al sur el valle de Arcallana. Arriba se encuentra El Picu la Mosqueta y abajo el pueblo de Arcallana. Desde lo alto de la cresta se contempla el Paradiella.
A la salida del pinar se encuentra un pequeño collado desde el que se observa el mar Cantábrico y parte de la rasa costera occidental. Al fondo se distingue la silueta del Pico Paradiella con su enorme antena.
La ruta discurre por la pista, al lado de la traza del gaseoducto, llevando a la derecha una verde ladera jalonada por varias pistas. Más adelante, a la derecha, se ven el viaducto del Pintor Fierros, Ballota y la braña de Resellinas.
En plena subida se pasa por el pico Pozón para luego descender hacia una encrucijada de caminos, donde finaliza el buen firme de la pista. Es necesario continuar por el camino del medio, obviando el que sale detrás de la alambrada, aunque está en mejor estado. El trazado inicia una subida con un firme pedregoso hacia Cogruzas. Después del primer tramo de subida aparece a la izquierda un sendero, por el que transita el Camino de Santiago. El sendero prosigue por la ruta jacobea, obviando la ascensión al Pico Cogruzas. El camino va prácticamente en llano por medio del pinar y lo bordea por el sur. A la salida de los pinos se entra en una zona que ha sufrido un incendio, sobre Las Pasadas y la braña de Argumosín.
Al sur aparece una espectacular línea de cumbres con el valle de Arcallana de telón de fondo. Entre ellas están las Penas del Obispu, la Sierra los Baos, las Penas de Rumiegu, el Llanu la Muela, El Picu Aguichón y el Picu Trescuetu.
Desde el alto de las Cogruzas, sorprenden las vistas de las montañas de Valdés. Bordeando la falda del alto se vuelve a ver el Paradiella con el Penón y La Pena del Gallu a su izquierda.
Se transita ahora por una zona de monte bajo en la que destaca una verde pradera con una cabaña en su parte alta. El trazado del gas vuelve a aparecer en el collado entre el Cogruzas y el Alto de las Peñas del Bolado. Entonces se sube otra vez por la traza de la tubería, hasta volver a encontrar otro hito del Camino de Santiago, que discurre a la izquierda de la traza del gaseoducto, evitando otra fuerte e incómoda pendiente.
Desde allí se llega a las Peñas del Bolau y al cabo de un corto trecho el caminante está a los pies del Paradiella. Merece la pena abandonar el camino para ascender por la traza de la tubería que lleva a la cima.
En lo alto aparece un mojón geodésico y una cabaña de vigilancia de incendios. En la cumbre se conserva una cruz colocada por el Grupo Vetusta en 1997 y una placa en recuerdo de un ciclista que falleció haciendo esta ruta.
El paraje, pelado y agreste, a expensas de los vientos, se encuentra a unos 700 metros de altura y apenas a dos kilómetros del mar en línea recta.
Las vistas son espectaculares y permiten otear la rasa costera de Cudillero a Luarca y el resto de la costa hasta Burela, ya en la vecina Lugo.
