Los vecinos de un portal del centro de Oviedo -un inmueble situado en la calle Marqués de Pidal- llevan una semana sufriendo las consecuencias de un ataque informático que aún les mantiene sin teléfono y sin acceso a internet. En esta ocasión, el "hacker" no utilizó archivos maliciosos para cargarse el sistema, ni complejas artimañas para conseguir que el virus se propagase. Solo usó sus dientecillos para roer el cable que lleva el servicio a las viviendas y oficinas que hay en el edificio. Y es que la culpable de todo, según explica la propia compañía, es una rata que la tomó con ese cable. Precisamente con ese.
Los vecinos afectados aseguran que llevan sin servicio desde el lunes de la semana pasada. Están muy molestos "porque hoy en día todo se hace por internet" y porque en el inmueble hay al menos un despacho de abogados que necesita acceso a la red para el trabajo diario. No obstante, lo que más les cabrea es "no haber recibido ningún tipo de información de lo que está ocurriendo" por parte de la empresa. "Cada vez que llamamos se niegan a darnos explicaciones. Lo más que hemos conseguido es que nos digan que el problema afecta a más de 20 personas, que es una avería masiva y que en este tipo de casos no están obligados a dar información de forma individual", asegura una de las afectadas.
Esa es la versión de los vecinos, pero un responsable de la compañía que habló ayer con LA NUEVA ESPAÑA sostiene que la avería afecta "sólo a seis clientes" en la calle Marqués de Pidal. Él fue el que explicó el incidente con la rata. "El cable está protegido en la caja de registro, pero la rata se coló y acabó con el cable. No es más que eso", afirmó. También justificó la tardanza de la compañía a la hora de arreglar el problema. "Eso no nos supone un gran trabajo, se puede hacer en cualquier momento y lo haremos cuanto antes, pero estamos a la espera de recibir el permiso del Ayuntamiento para actuar en esa arqueta", subrayó el representante de la compañía.
