La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Turismo, la Facultad que creció al ritmo del turismo rural

El fenómeno turístico asturiano contribuyó al impulso de un centro por el que han pasado 6.000 alumnos

Alumnos de la última graduación de la Facultad de Turismo de Oviedo. CRIS GONZÁLEZ

A mediados de la década de los cincuenta comenzó a impartirse en España la titulación superior de Turismo que llegó a Oviedo en 1968 con la fundación, en plena plaza de la Catedral, de la Escuela Universitaria de Asturias. Una institución que cambiaría después su nombre a Facultad de Turismo de Oviedo y que puso en marcha Francisco Menéndez Mancera. Y además del nombre, en los últimos 50 años también se ha cambiado de sede, con una mudanza en 2001 a la Avenida de los Monumentos, en el Naranco. Iniciará, además, el próximo curso en el polígono industrial de Olloniego-Tudela, en las instalaciones de la Escuela de Hostelería, tras firmar un convenio con la patronal del sector. Y dentro del cambio, una constante: La apuesta por mantener las aulas conectadas al mundo laboral y a la vanguardia de la tecnología y las necesidades del sector turístico: "Siempre ha sido un centro innovador, muy vinculado con el mundo de la empresa y en constante crecimiento", destaca Covadonga Vigil, actual decana de una institución que, en su medio siglo de historia, ha visto pasar a unos seis mil alumnos.

La facultad, de hecho, impartió su primer seminario sobre cibernética y turismo en el año 1969 y desde entonces, no se ha adaptado a los cambios que han impulsado los avances de internet y el auge de las nuevas formas de comunicación. Así, los alumnos de sus primeras promociones contribuyeron a la informatización que emprendieron las empresas turísticas a finales de los ochenta y los noventa. Una época en la que comenzó a despegar el turismo rural. "La Facultad estuvo ahí junto con el 'boom'", explica Covadonga Vigil, que señala que la institución empezó a formar monitores de turismo rural en 1988 e instauró cinco años después un curso de postgrado en la materia.

Fue en aquellos años cuando pasó por las aulas Ricardo Silvestre, que hoy trabaja como director adjunto en el complejo turístico "Puebloastur" en Cofiño, en el concejo de Parres. Comenzó sus estudios en el 93 y los terminó tres años después. Tenía vocación militar pero le pusieron en contacto con el fundador de la facultad, Francisco Menéndez Mancera, que le ayudó a decidirse por el turismo. "No me arrepiento", destaca con rotundidad el antiguo alumno, que tiene recuerdos "muy positivos" de su época universitaria y también imparte clases en el máster de Dirección y Gestión Hotelera que imparte la Universidad de Oviedo. "En aquellos años hacíamos mucha piña", rememora Ricardo Silvestre, que señala que entonces ya mostraban maneras para la profesión. "Organizábamos viajes a Oporto o San Sebastián. Nos poníamos por nuestra cuenta y llenábamos un autobús", señala con nostalgia.

La relación con los profesores en aquellos tiempos, dice "era muy cercana. Tanto con los que te daban clase como los que no. Éramos una gran familia", dice el director adjunto de "Puebloastur". Una constante que se ha mantenido a lo largo de la historia de una facultad que ha funcionado siempre con pequeños grupos de alumnos, de no más de cuarenta personas, con el objetivo de prestar una educación individualizada y no escatimar en atenciones.

Una relación que confirma Marián González de la Rúa, que comenzó a dar clases de inglés en la Facultad de Turismo de Oviedo, centro privado adscrito a la Universidad de Oviedo desde 1997, en 2005. "El trato es súper cercano", cuenta la que hoy es directora del departamento de Idiomas. Cuando los chicos se van de Erasmus, revela, son constantes las llamadas y los mensajes al equipo docente, que no tienen problema en orientarles en cualquier momento. Y otras de las señas de identidad de la institución, que abrió en 2015 un hotel-escuela en Llanes, han sido su internacionalidad y la formación de sus estudiantes en lenguas extranjeras. Se imparten clases semestrales de inglés, francés, alemán e italiano y se organizan seminarios a lo largo del curso para poner en práctica los conocimientos y que no se oxide el uso de los idiomas. Además, la institución mantiene convenios con universidades de Francia, Inglaterra, Italia, Polonia y Turquía y los alumnos pueden sacarse la doble titulación después de desplazarse para cursar estudios en algunas de ellas.

Los chicos que comenzarán este curso en el polígono de Olloniego-Tudela y que escribirán las primeras páginas de la sexta década de la historia de la institución, se benefician también de la capacidad de la facultad para insertar a sus alumnos en el mercado laboral a través de un amplio programa de prácticas y de los acuerdos vigentes con diferentes organismos e instituciones.

De este modo, la Facultad de Turismo de Oviedo continuará dotando de buenos profesionales a un sector en crecimiento y sus alumnos se aprovecharán de las ventajas de estudiar en una institución veterana e innovadora con una conexión directa al mundo laboral.

Compartir el artículo

stats