Los cambios propuestos por el Ayuntamiento de Oviedo para las rutas de los autobuses urbanos del municipio alargan la línea B, cuya cabecera se traslada desde Olivares a La Bolguina. El plan elaborado por el Consistorio, que aún tiene que pasar la fase de alegaciones, pretende dar así servicio a la zona de San Lázaro de Paniceres y Villamar. La carretera que recorre estas localidades, sin embargo, tendrá que ser reformada. "En algunos lugares el acceso de los autobuses es complicado", destacó ayer la concejala de Infraestructuras, Ana Rivas (PSOE), en una reunión en la que expuso a los vecinos afectados las modificaciones que ha puesto en marcha su departamento.

La edil adelantó que tendrá que reformarse la vía para que la línea funcione sin problemas. Además, respondió a las dudas de vecinos como los de La Manjoya, preocupados por que el cambio de la cabecera de la línea A al Centro Médico desde el edificio de las consejerías situado en Llamaquique, perjudique a los funcionarios que utilizan el autobús urbano para ir a trabajar. Ana Rivas, que estuvo acompañada por el técnico municipal Adolfo Onís, señaló que se colocarán nuevas paradas para que puedan trasbordar a otras líneas y alcanzar su destino sin mayores complicaciones. En lo que respecta a la ruta J, que une los barrios de Otero y San Claudio, el inspector de la empresa de autobuses Ismael Fernández, que acudió a la reunión "a título personal", pidió que no se modificase el recorrido para introducir nuevas paradas. "Está muy ajustada; los conductores se quedarían sin tiempo material para ir al baño", dijo.

Los vecinos de Llagú y Santo Medero, por su parte, agradecieron los planes del Consistorio de llevar la línea K a esta zona, por la que los autobuses no pasaban, respondiendo así a una reclamación que se venía repitiendo desde hace años.