Lo ocurrido la noche del pasado lunes en las fiestas de Santullano, en Las Regueras, son "hechos excepcionales". Esta es la visión del colectivo vecinal y recreativo Pación sobre el "desafortunado suceso" de las fiestas sacramentales, que termiaron con la denuncia de un vecino ante la Guardia Civil, ante el acoso de un grupo de jóvenes a su vivienda tras quejarse este por el ruido de la fiesta.

Este grupo de vecinos se solidariza con la comisión de festejos de Santullano con la que dicen compartir la intención de "dinamizar la vida social del concejo". El colectivo organiza diversas actividades en Las Regueras, como la San Silvestre o la hoguera de San Juan, y espera que lo sucedido no altere "el buen hacer" de la comisión. Para ellos, "los hechos del otro día están provocados por una serie de individuos ajenos a la comisión" y el concejo destaca por su "sana convivencia vecinal". Pación quiere que cese "el ventilador que esparce las culpas".

Un vecino de Santullano denunció el ataque de un grupo de jóvenes a su casa por quejarse del ruido de la verbena. "Unas cien personas rodearon mi casa y tiraban botellas, petardos y botes de gas a la casa. Dejaron marcas en dos persianas y la puerta: esto no se puede consentir", relató Ángel Gómez. Este vecino llamó hasta tres veces a la Guardia Civil para alertar de la situación. La comisión de fiestas, por su parte, considera desproporcionada la versión de este vecino. "Está empeñado en terminar con las fiestas", aseguran. "Quiere cambiar la ubicación de las fiestas, que se celebran ante su casa", dicen.