Las investigaciones de la Policía Nacional sobre los ladrones del "testigo del plástico", una banda que provoca psicosis entre los vecinos desde el inicio del verano, empiezan a dar sus frutos. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), tras la detención el pasado martes de varones de nacionalidad georgiana, buscan en Oviedo más grupos organizados, a los que responsabilizan de la oleada de asaltos de las últimas semanas. Sospechan que, aunque puedan trabajar en última instancia para la misma mafia, no exista conexión entre ellos.

Los esfuerzos policiales de las últimas semanas cristalizaron el martes en un portal de Fuertes Acevedo, donde fueron arrestados dos hombres sobre quienes los agentes habían estrechado el cerco. Los habían visto entrar en bloques de varios barrios de la ciudad a lo largo del día. La policía advierte de la más que probable existencia de otros grupos organizados y reclama la colaboración ciudadana para tratar de darles caza.

Los numerosos casos de asaltos a viviendas registrados este verano, así como los incontables casos de apariciones de marcas de plástico en bloques de viviendas de barrios como El Cristo, Buenavista, Ciudad Naranco, Santo Domingo u Otero, entre otros, llevó a la Policía a poner en marcha dispositivos especiales entre los que se encuentra el que localizó a los dos detenidos. Se trata de dos hombres, Z. R., de 42 años y A. L., de 32, de nacionalidad georgiana, que cuentan con antecedentes en España por hechos similares a los producidos recientemente en Oviedo.

Los agentes localizaron a los hombres entrando y saliendo de varios portales de la calle Fuertes Acevedo. A partir de ahí, los siguieron y comprobaron que utilizaron un vehículo para desplazarse a la zona de Los Prados y, posteriormente, a Ciudad Naranco, donde siguieron por separado accediendo a los portales con una visible preocupación por asegurarse de que no había vigilancia policial.

A última hora de la tarde, los hombres se reunieron en un piso. La vigilancia policial se mantuvo ante el temor de que pudieran actuar por la noche y así fue. Salieron de la vivienda, de alquiler, pasada la medianoche y volvieron a Fuertes Acevedo. Tras acceder a un portal, los policías decidieron intervenir para tratar de evitar un posible robo y los detuvieron, comprobando que entre sus pertenencias llevaban objetos para asaltar las viviendas.

Fuentes policiales aseguran que los arrestados rechazaron declarar, pues el código de conducta de la organización mafiosa "les obliga a guardar secreto absoluto cuando son detenidos". Aun así, los agentes lograron ubicar el domicilio en el que se hospedaban y averiguar que se trataba de una sola habitación alquilada dentro de una vivienda, una argucia para no entregar documentación y evitar dejar rastro.

En el registro, los policías encontraron materiales empleados para la fabricación de útiles para acometer robos. También se incautaron de teléfonos móviles que habrían utilizado únicamente para hablar entre ellos, siguiendo la misma línea de minimizar las pistas sobre sus movimientos.

Las primeras investigaciones apuntaron a que uno de los delincuentes cuenta con un domicilio en la localidad alicantina de Torrevieja. Llevaría viviendo en España varios años, aunque recientemente habría realizado un viaje a su país de origen. Por su parte, el otro detenido tenía pasaporte legal, pero se pudo determinar que había sido arrestado anteriormente en Santander y que le figura una orden de expulsión del país cuya ejecución ya se está tramitando por la Brigada Provincial de Extranjería.

La Policía considera que estas detenciones truncan los planes de la mafia georgiana, que pretendía fijar una de sus células en la ciudad, pues sospechan que entre los planes del grupo estaba destinar más personas para cometer delitos. No obstante, advierten de que podría haber más grupos operando y que serían los causantes de los numerosos sucesos denunciados por los vecinos en los últimos tiempos en diferentes barrios. Aseguran que este caso pone de relieve la creciente presencia ladrones "profesionales y especializados" en diferentes países de Europa y destacan su peculiar funcionamiento. Los policías señalan que se trata de una organización piramidal, cuya base de operaciones se encuentra en el mismo país del este y que cuenta con una caja común a la que las distintas células y miembros tienen la obligación de realizar aportaciones, financiadas mediante actos delictivos.

Del mismo modo, esperan que el buen resultado de estas investigaciones sea el punto de partida para más detenciones y calmar los ánimos de una población que en los últimos meses sufre una auténtica psicosis con los conocidos como "testigos de plástico", las piezas que usan los ladrones para marcar las puertas y comprobar si las viviendas están vacías para poder asaltarlas discretamente por las noches. "No damos para más", reconocían los agentes a los vecinos de la calle Concepción Arenal, antigua Comandante Caballero, en la que aparecieron 30 pisos marcados y una mujer, Consuelo García fue objeto del robo de joyas y dinero de su caja fuerte.

Con todo, reclaman colaboración ciudadanos. Por un lado, los agentes piden que se extremen las precauciones para evitar este tipo de asaltos y dar pistas de que las viviendas están vacías y, por otro, reclaman su ayuda para conocer todos los casos que se puedan dar de marcas y robos en viviendas. Para ello piden que a la menor sospecha de la existencia de un "testigo de plástico" se llame al 091, ya que cualquier información podría ser importante tanto para prevenir sucesos como para esclarecerlos.