Oviedo, 17 de septiembre de 1892. Minutos antes de las ocho y media de la tarde se abren por primera vez las puertas del teatro Campoamor. A las ocho y media en punto suena la música de "Los hugonotes" de Giacomo Meyerbeer, una "grand opera" de tono épico y muy a propósito para una ocasión solemne. La sensación de aquella temporada fue la soprano californiana Emma Vixom. Desde entonces y a lo largo de sus 125 años de historia han pisado el escenario del Campoamor estrellas de todos los universos, de la ópera y el teatro clásico a las varietés y el circo, incluidos mitos de la gran pantalla como Elizabeth Taylor o símbolos universales como Nelson Mandela, que acudieron al teatro en 1992 a recoger los premios que les había otorgado la Fundación Príncipe de Asturias.
En el Campoamor, a lo largo de los años y en lo que a programación se refiere, se han ido alternando grandes glorias y artistas más modestos. En el libro "Teatro Campoamor, un siglo de cultura", que dirigió el fallecido Luis García Iberni, queda constancia de que desde sus inicios la oferta del teatro tuvo una "calidad muy desigual". También se ha distinguido por la diversidad de géneros. Lo mismo ha hecho sitio a las óperas de gusto aristocrático y burgués que a las comedias picantes, con encendidas disputas por las "tiplinas y las tiplonas". El cine, las entregas de premios y los actos políticos han redondeado la programación del Campoamor durante sus 125 años.
El teatro apostó en sus inicios por una oferta de altura. Unas semanas después de su inauguración actuaba María Alvarez Tubau, una actriz reconocidísima en su época, que protagonizó la primera obra de teatro del Campoamor, titulada "Divorciémonos". En 1914 se subía a su escenario Margarita Xirgu, intérprete casi legendaria que actúo en tres ocasiones para los ovetenses. La primera fue en 1914, con "Elektra"; regresó en 1931 con "Marianela" y se despidió en 1927 con "Mariana Pineda", que resultó un fracaso.
La Xirgu es comparable a la Espert, paisana suya y que también ha pisado varias veces el escenario del Campoamor. La última fue en diciembre del año pasado, con la obra "Incendios", después de haber recogido el Premio Princesa de Asturias, unos meses atrás y en el mismo lugar. En 2004 estuvo en el teatro ovetense con otra grande, Amparo Rivelles, y a lo largo de los años no se echan en falta muchos nombres: por las tablas del Campoamor han pasado lo mismo una Lola Herrera que un Echanove.
Pero volviendo a los inicios del Campoamor y a la variedad de géneros, cuentan que fueron memorables las representaciones de las zarzuelas "La Verbena de la Paloma", de 1894, y de "Los diamantes de la corona", en la que debutó el tenor gijonés Paco Meana. En 1928 Eduardo Martínez Torner estrenó en el Campoamor la primera zarzuela asturiana, "La promesa", que había compuesto con Conrado del Campo.
Mirella Freni, Renata Tebaldi, Luciano Pavarotti, Alfredo Kraus, Domingo Carreras, Giacomo Lauri-Volpi cantaron sus arias en el teatro carbayón. La relación de cantantes líricos de renombre que han pasado por él es interminable.
Los Premios Líricos Teatro Campoamor, extinguidos este año por el gobierno municipal aduciendo falta de presupuesto, atrajeron al Campoamor una alta concentración de genio y estrellato. Nina Stemme, Christa Ludwig, Zubin Metha alternaban con figuras más cercanas, como Plácido Domingo, Ainhoa Arteta o Luis Varela. Eso sin contar con los artistas y personalidades que solían participar en la gala de entrega, desde Boris Izaguirre hasta Bibiana Fernández.
De la música y los conciertos se ocupó durante años la Sociedad Filarmónica de Oviedo. Alfred Cortot, Joaquin Nin, Arthur Rubistein y Ravel ofrecieron recitales en el teatro.
El Campoamor recibió también espectáculos más ligeros: operetas y revistas con títulos elocuentes - "Las cariñosas", "Las superhembras", "Las castigadoras"- y muchos años más tarde llegaron los Ozores y Lina Morgan. Rodrigo Cuevas, con su "cabaret underprao", también ha pisado su escenario.
En esa onda más popular ha habido conciertos de "Los cinco latinos", el "Dúo Dinámico", Victor Manuel, Raphael, Lola Flores y Manolo Caracol, Antonio Machín, Sarita Montiel, La Chunga, y hasta el mismísimo Miles Davis han contribuido a fraguar la historia del teatro.
