Ni la lluvia que llegó a media mañana, y que pasadas las dos de la tarde se convirtió en un chaparrón de los grandes, ni el derbi del Real Oviedo y Sporting de Gijón pudieron ayer con el último día de fiestas del Centro Asturiano. Y lo mejor de todo, que la gente estaba encantada.

Aún más la reina y las damas de las fiestas, y así se las veía mientras repartían los bollos. "Disfruté como nunca lo hubiera pensado, sobre todo cuando entregué los trofeos de fútbol, porque yo soy muy futbolera, del Real Oviedo y del Barcelona", comentó con naturalidad y de carrerilla Alicia Alonso, la feliz reina.

Sus damas de honor, Cristina Rodríguez y María Fernández, más de lo mismo. La primera dijo que se había sentido "feliz" entregando los trofeos a los niños pequeños que participaron en los distintos concursos, y María Fernández también aseguró haber disfrutado lo suyo en todas las actividades en las que participó, aunque tal vez la entrega de los bollos fue especial por el trato directo que tuvo con los socios del club.

Alfredo Canteli, que cumplirá muy pronto la mayoría de edad como presidente del Centro Asturiano, 18 años, estaba feliz. Mantener una conversación con él no era fácil por los muchos socios que nada más verlo lo interrumpían para felicitarlo por lo bien que, un año más, había salido todo. "El tiempo nos condicionó en este último día, pero tenemos dos carpas de más de mil metros cada una, la renovada bolera con un montón de mesas, además de todo el edificio social, que estuvo a disposición de los socios". Vamos, que la lluvia no fue un problema para disfrutar del bollo preñáu y la correspondiente botella de vino.

"No podemos pedir más del comportamiento de los socios en estas fiestas, a las que yo les pondría un diez por la afluencia y por el gran ambiente", resumió el presidente. Después de las seis de la tarde todo fue fútbol y derbi.