Termina el verano y con los libros nuevos y el estreno de uniformes y mochilas vuelve a la ciudad otro de los clásicos de la vuelta al cole: los atascos en el entorno de los centros escolares. Muchos padres que llevan y traen a los niños de clase elevan el tránsito de vehículos en la ciudad, sobre todo a las horas de entrada y salida, las que registran las mayores congestiones. Para tratar de aliviar las aglomeraciones, la concejalía de Seguridad Ciudadana pide a las familias que no abusen del coche. Consciente de que en muchas ocasiones es complejo cuadrar horarios y encontrar una alternativa, el edil Ricardo Fernández (PSOE), pide a los conductores que reduzcan al mínimo sus paradas. Y también que, dentro de las posibilidades que impone la distribución de calles y plazas, traten de obstaculizar el tránsito lo menos posible cuando transportan a los aproximadamente 4.000 alumnos de Infantil y 10.000 de Primaria que hoy afrontan el primer día de clase. Una situación que se agrava con la circulación de las rutas de los autobuses escolares, casi cuarenta en la ciudad.

"Es un problema complicado, porque hay muchas familias que no tienen más remedio que recurrir al coche", indica el concejal de Seguridad Ciudadana, para explicar después que tiene planificado mantener reuniones con las Asociaciones de Madres y Padres (AMPAS) de los colegios que registran mayores problemas. Como ejemplo, las aglomeraciones que se producen en la calle peatonal Pérez de la Sala y la plaza del Fresno, antigua plaza de La Gesta, cuando empiezan y terminan las lecciones en el colegio Dulce Nombre de Jesús -Las Dominicas-. Una situación similar a la que tiene lugar en las Escuelas Blancas o La Gesta, entre muchos otros centros.

"Es verdad que hay quien está unos minutos y se va pero también hay otros que dejan el vehículo donde no deben", indica el socialista Ricardo Fernández, que destaca que los mayores problemas se dan en aquellos colegios cercanos a zonas de tráfico intenso y que no tienen aparcamiento gratuito cerca. Los imprudentes, apunta, perjudican al resto de padres y a los agentes de la Policía Local, que se desplazarán a algunas de las zonas con mayores congestiones para tratar de que la circulación sea más fluida. La mejora del tráfico en las horas punta escolares, de hecho, es un asunto en el que el Ayuntamiento de Oviedo y que tiene en el movimiento de los autobuses un problema añadido. Cerca de 40 rutas recorren la ciudad durante el curso y los vecinos de barrios como Ciudad Naranco, en el que conviven varios centros públicos y concertados, ya han levantado la voz para pedir medidas que permitan una mayor fluidez en las calles y carreteras de la zona.

En el curso que hoy empieza, además, las familias asturianas contarán con dos macropuentes en el calendario escolar que se suman a las vacaciones de Navidad, Semana Santa y Verano. Uno entre el 1 y el 3 de noviembre y el otro del 6 al 10 de diciembre. Los festivos locales añaden dos jornadas más de descanso a los alumnos ovetenses, que no tendrán que acudir a clase el día 21 de septiembre, San Mateo, ni el 22 de mayo, cuando se celebra el Martes de Campo.