La Banda de Música "Ciudad de Oviedo" recibió ayer por la tarde la Medalla de Plata de la ciudad, y lo hizo además en el transcurso de un concierto que ofreció a los ovetenses coincidiendo con su 25.º aniversario, en la sala principal del auditorio Príncipe Felipe. En el mismo acto se homenajeó también al que fuera su director y fundador durante este primer cuarto de siglo, el maestro Francisco Vigil.

Francisco González Álvarez-Buylla, presidente de la Fundación Musical Ciudad Oviedo, fue el encargado de recibir la Medalla de Plata de la ciudad de manos del alcalde, Wenceslao López. Después, al maestro Vigil le entregó un diploma el concejal y presidente de la Fundación Municipal de Cultura, Roberto Sánchez, "por su entrega y dedicación a difundir la música en el municipio de Oviedo".

Minutos antes había glosado la figura del histórico director el actual responsable de la agrupación musical, David Colado. Tras detallar los completos estudios musicales de Vigil, y su trayectoria profesional, que incluye el haber sido profesor de violín en el Conservatorio Superior de Música de Oviedo, no dudó en afirmar que se sentía "privilegiado por haber estado a su lado desde los 13 años, cuando empecé en la Banda de Música de Corvera, de la que él era su director".

El maestro Colado, que heredó la batuta de Vigil hace unos meses, le describió como "un maestro con letras mayúsculas que cambió mi vida de deportista por la de músico, y que me demostró que, al final, lo único que cuenta es la calidad como ser humano".

Después le tocó el turno de intervenciones a un emocionado Francisco Vigil, para quien el público no escatimó sus cariñosos aplausos. "Me propuse crear una banda de música que fuera digna de los ciudadanos de Oviedo y creo que lo hemos conseguido". Así lo demostró ayer la Banda de Música "Ciudad de Oviedo", cuyo director, David Colado, eligió un repertorio tan difícil como variado, para mostrar al público de lo que esta formación es capaz por su alto nivel musical.

Para la primera parte del concierto el maestro Colado se inclinó por la obertura "El murciélago", de Johan Strauss. El público supo agradecerlo con sus aplausos, entre ellos los de los alumnos del colegio de las Teresianas, acompañados de sus padres, que no se quisieron perder esta actuación de su profesor de Música, por el que sienten auténtica devoción.

Y como el concierto era un homenaje a su anterior director, Francisco Vigil, en la segunda parte cogió él la batuta y recordó parte del repertorio con el que debutó hace veinticinco años en el Campo San Francisco.