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Olloniego quiere turismo minero

La asociación de vecinos de la localidad pide a Hunosa la recuperación de su patrimonio industrial como reclamo para atraer visitantes

Dos jóvenes mineros en la bocamina de la explotación La Servanda.

Olloniego, Ángel FIDALGO

"Nuestro orgullo minero" es mucho más que el título de una exposición fotográfica que se puede visitar en el Centro Social de Olloniego. Es, sobre todo, un grito de todo este pueblo del municipio de Oviedo que apuesta por recuperar su patrimonio arqueológico industrial, que es lo mismo que decir minero.

La Asociación de Vecinos de Olloniego, conocedora de la importancia que en toda Europa tiene desde el punto de vista turístico el patrimonio minero, pedirá a Hunosa, que es la propietaria de las instalaciones abandonadas, incluido un espléndido caballete, que las recupere.

"Es la única manera de salvar lo que aún queda, por el bien del patrimonio arqueológico industrial de Asturias y también por el desarrollo turístico que puede suponer para Olloniego", explica a este periódico Carmen Barbosa, la secretaria del colectivo vecinal.

A su lado, Javier Xué, el autor de las imágenes que muestran la degradación del patrimonio minero y experto en fotografía industrial, asiente. "Este abandono sería inimaginable en otros países europeos, como Alemania o el Reino Unido. En ambos hay ejemplos de la importancia que tiene para las localidades mineras y sus comarcas la recuperación de su patrimonio como reclamo turístico, y Olloniego tiene los elementos necesarios para aprovecharlos, pero eso sí, hace falta un compromiso para conservarlos y lógicamente darles un contenido atractivo", explica el fotógrafo.

En este sentido, recuerda que el ejemplo de lo que se está haciendo en el pozo Sotón, una emblemática explotación de carbón situada entre El Entrego y Sotrondio, es también extrapolable a Olloniego.

Es más, pone un ejemplo muy gráfico. Una colosal escultura de veinte metros de alto, obra del artista catalán Jaume Plenas, domina el horizonte en St. Helens, una localidad muy vinculada a la minería de carbón hasta los noventa del pasado siglo, que se encuentra a medio camino entre Liverpool y Manchester (Reino Unido). "Dream" (Sueño) fue diseñada a partir de las conversaciones del escultor con antiguos mineros y vecinos que sentían añoranza de su pasado minero, igual que ahora ocurre en Olloniego. Hoy es un atractivo turístico difícilmente imaginable hace unos pocos años. Lo cierto es que transformó totalmente el lugar. "Olloniego puede aspirar a algo similar; porque al final es algo muy parecido, transformar la memoria de algo que se ha extinguido como elemento dinamizador de un pueblo", defiende el artista gráfico.

Un gran monumento a la memoria minera es, tal vez, lo que necesita también Olloniego, como complemento a su patrimonio industrial, advierte oportunamente Carmen Barbosa, que ya está pensando en qué se podrían utilizar las instalaciones ahora abandonadas. "El edificio de los vestuarios del botiquín del pozo San José podrían servir para reuniones, conferencias, albergues para jóvenes y hasta para congresos relacionados con la minería, o para impartir todo tipo de talleres; y todo esto bajo el paraguas del cercano castillete de la mina, que no podemos permitir que termine convertido en chatarra", afirma la secretaria de la asociación vecinal.

Aún quedan también los talleres, los lavaderos, el socavón por donde ahora sale agua a borbotones y el antiguo hospitalillo de la mina La Servanda. "Por eso organizamos esta exposición, enmarcada en el programa municipal 'Pueblos', para recuperar nuestra historia y nuestra memoria, que aveces parece que la estamos perdiendo y sobre todo en los niños", lamenta Carmen Barbosa.

Una muestra fotográfica en setenta imágenes en la que se pueden ver niños mineros y también mujeres que trabajaban en las explotaciones de otra época. No olvida tampoco la exposición la primera cooperativa de mineros que se organizó en el año 1968, de corta existencia. La última mina, la del pozo San José II, se cerró en el año 1993, poniendo de esta manera fin a la historia minera del municipio de Oviedo. Ahora, puede empezar otra apasionante.

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