"Me regalaron las primeras figuras para la primera comunión y fue mi perdición". Así narraba ayer el vecino de La Corredoria Rubén Vázquez su primera toma de contacto con el mundo del "Warhammer". El juego de mesa de rol nacido en 1980 es todavía hoy "un vicio" de muchos como los alrededor de medio centenar de jugadores provenientes de varias regiones que ayer iniciaron un torneo de ámbito nacional en Teatinos.

El club Taranu de La Corredoria es el organizador de un evento capaz de atraer a "locos" o "frikis", como se autodefinen con humor, llegados de puntos de Cantabria, Castilla y León, el País Vasco y de casi todas las comarcas asturianas. "La mejor época fue hace unos diez años y aunque ahora está más flojo, somos muchos los que resistimos", explica el santanderino Juan José Cañedo mientras prepara su cuidado ejército para tratar de conquistar las mesas del centro juvenil de Santullano.

Se trata la primera experiencia de Taranu a los mandos de una prueba aspirante a entrar en el circuito nacional y los resultados de participación son valorados muy positivamente. En este caso se trata de un torneo por equipos formados por cuatro personas cada uno. El vencedor se dilucidará mediante un sistema suizo de competición a cuatro vueltas. Ganará el que maneje mejor sus soldados y tenga la mayor de las suertes a la hora de lanzar los dados, determinantes para atacar.

Los participantes reivindican su capacidad creativa y artística. "En general las piezas se compran, pero también hay quien las crea o las pinta para hacerlas más atractivas", apunta el langreano David Lagostena, fanático del Warhammer desde los trece años y que vio la luz al conocer la existencia de un club específico en Oviedo. "Desde entonces estoy mucho más metido en el vicio", relata.

La reunión servirá para más que determinar un ganador, pues la programación incluye también partidas de exhibición de "Bloodbowl", una modalidad inspirada en el fútbol americano, pero protagonizada por las mismas figuras de las batallas de mesa y con los golpes como protagonistas a la hora de avanzar yardas en el terreno de juego.

Las partidas comenzaron en la mañana de ayer y se prolongaron hasta las ocho de la tarde con una única pausa de apenas dos horas para comer y hoy se retomarán por la mañana hasta las cinco de la tarde, cuando estos fanáticos de los soldados en miniatura se despedirán hasta el próximo evento que les cite en el pequeño campo de batalla.