"Nicolás", el perro al que propinaron una brutal paliza y que arrojaron a un contenedor de basura de La Manjoya, ha logrado salir adelante y está previsto que hoy reciba el alta, abandone la clínica veterinaria donde lleva una semana y suba al albergue municipal de animales. A "Nicolás", un cruce de pastor alemán y mastín, le han salido adoptantes por toda España. Hasta ayer había recibido solicitudes desde Cataluña y, la más distante, de Canarias.

El animal ha recuperado poco a poco la visión del ojo derecho pero los veterinarios consideran poco probable que suceda lo mismo con el izquierdo, porque en él el daño es neurológico. Aún así "Nicolás" se orienta bien y ya camina con seguridad y energía. Ayer, en la clínica veterinaria en la que ha pasado la última semana y en la que recibió la visita de la concejala de Salud Pública, Mercedes González, y de los medios de comunicación, el perro mostró un carácter amigable y cariñoso, nada esquivo con las personas a pesar del mal trago que ha pasado. Aún necesita reponer energías y coger peso: su tamaño es grande y está en veinticuatro kilos y medio. Ayer ya estaba en disposición de ser castrado, requisito previo para la adopción, y hoy llegará al albergue municipal.