El próximo viernes el alcalde de Oviedo encabezará la reunión en Madrid de una delegación municipal con el director general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Eduardo Zamarripa, y Wenceslao López espera arrancar del gobierno central los primeros acuerdos definitivos sobre el futuro de una de las piezas urbanísticas más importantes en el futuro de la ciudad. Un protocolo claro, un calendario de actuaciones en firme y un principio de acuerdo sobre los derechos de propiedad de una y otra parte son las cuestiones centrales que el Alcalde espera arrancar a Defensa de la reunión del viernes.

Quizá la cuestión de qué parte le corresponde a cada uno parece difícil que se vaya a resolver de forma inmediata, pero el Alcalde confía en que el viernes se den avances importantes en estas negociaciones, y confía en la voluntad del Ministerio de devolver una parte considerable del recinto a la ciudad. "Hay que avanzar con la documentación sobre la propiedad", señala López. "Defensa está colaborando porque ellos también tienen mucha documentación, y ahora estamos en un proceso de intercambio de papeles para determinar cuál sería la propiedad a cuya reversión tenemos derecho. Defensa tiene predisposición a devolverlo".

Pero más allá del cuánto, el asunto que a Wenceslao López le parece crucial es acordar un calendario en firme, una hoja de ruta que permita a las dos administraciones a ponerse a trabajar con un horizonte cierto. "Hay que definir un protocolo de actuación entre el Ministerio y el Ayuntamiento para determinar la licitación y el procedimiento del plan de ordenación". Es lo mismo que el Ayuntamiento hizo con el Principado en el Cristo y dentro de esa hoja de ruta lo normal sería que el proceso incluyera un concurso de ideas con participación ciudadana para la elaboración de un plan especial de reforma integral.

Dentro de ese proceso, el Alcalde de Oviedo plantea su visión del futuro de la Vega, como pieza importante en un contexto que desborda el ámbito local: "se trata de una pieza estratégica, el papel en el área metropolitana asturiana es clave, también es columna vertebral dentro del bulevar de Santullano, puente entre esos barrios de Oviedo y el casco antiguo, relacionado directamente con el nuevo HUCA y con un valor patrimonial propio".

Para definir todos esos aspectos, Wenceslao López quiere recalcar que habrá que tener en cuenta las previsiones del Plan General de Ordenación, del catálogo, y que también habrá que fijar en qué momento entrará en juego el Principado para que Patrimonio informe y dictamine grados de protección de cada una de esas piezas.

El Alcalde admite que tendrá que haber aprovechamientos urbanísticos y que dentro del plan de viabilidad y financiación "lo ideal es que el propio entorno se autofinancie". Pero matiza que esa edificabilidad también dependerá de "lo que se recupere o lo que se tire".

En todo caso, el Alcalde quiere ahora definir fases y calendario para "ir abreviando tiempos", pero también plantea que hay que ir estableciendo usos permanentes de partes del recinto, abriéndolo a la ciudad, algo a lo que de momento Defensa siempre se ha negado más allá de actividades puntuales: "En la medida en que se consiga un acuerdo de arranque", razona López, "deberíamos acordar en ese momento poder incorporar piezas de la fábrica de La Vega al uso sin tener que esperar a la ordenación definitiva del espacio, y en aquellas piezas en que haya consenso de las partes en cuanto a su futuro trataremos de llegar a acuerdos para que no haya una congelación del espacio y poder, así, ir incorporándolo a la actividad cultural o social de la ciudad".

Pero en la cabeza del Alcalde la Vega no se limita ni se define principalmente con un futuro ligado a las factorías culturales. "La Vega fue referencia en Asturias en la revolución industrial y ahora la fábrica del siglo XIX debe ser la gran factoría del XXI, la de la innovación tecnológica y las industrias vinculadas a esa tecnología. Me imagino factorías de software y un desarrollo del mundo de la biotecnología en la Vega". De todas formas, admite, hay mucho espacio, suficiente para incluir también los usos culturales y admite la posibilidad de que en algunas de las naves más grandes se puedan instalar equipamientos municipales importantes, como un espacio multiusos, un recinto ferial, el museo de la ciudad o el ansiado archivo municipal.