"No hay comunicación con el Ayuntamiento". El demoledor diagnóstico es de David González Codón, presidente de la junta local de Oviedo en la patronal hostelera Otea. Con indignación y decepción describe la relación entre los profesionales del sector en la ciudad y el gobierno local. La falta de respuesta ante la petición de apoyo promocional para la iniciativa Bocados del Cofrade, el concurso de pinchos de Semana Santa, mina la moral de los hosteleros.

Prácticamente desde la misma llegada del tripartito, las relaciones con Otea empezaron a trabarse. El concejal de Turismo, Rubén Rosón (Somos), maneja iniciativas propias, como la fiesta de la cerveza, que casi nunca coinciden con el camino que trazan desde Otea. Si a esta complicada relación se suma el factor Semana Santa, unas celebraciones que no causan emoción precisamente en el Ayuntamiento, el problema está servido. "Estamos entre sorprendidos y enfadados por la falta de sensibilidad municipal con nuestro sector", afirma David González Codón. "Cualquier Administración debe tener altura de miras para discernir la ideología de lo que no lo es. La Semana Santa es religiosa, pero es muy importante para la hostelería y el turismo en Oviedo. Es difícil entender la postura del Ayuntamiento, y más aún cuando lo que hace es sencillamente no apoyar al sector turístico, que es tan importante para la ciudad", precisó el hostelero.

El concurso de pinchos Bocados del Cofrade solía contar con el apoyo promocional del Ayuntamiento, que, por ejemplo, brindaba el mobiliario urbano para anunciar el certamen. La patronal Otea pidió para este año de nuevo ese apoyo, pero no ha obtenido respuesta. La distancia entre el sector hostelero en Oviedo y los responsables municipales se ha agrandado en las últimas semanas. El pasado fin de semana ningún representante municipal acudió al acto de presentación del Campeonato de Asturias de pinchos, lo que causó hondo malestar. Dicen los hosteleros que tampoco cuentan con información sobre los congresos que se van a celebrar en la ciudad y que, según avanzó Rubén Rosón en este periódico, traerán a la ciudad a unas 8.000 personas en los próximos meses. "Deberíamos arrimar el hombro y apostar por la ciudad, pero lo cierto es que el Ayuntamiento no está a nuestro lado. Queremos reconducir esta situación porque la perjudicada es la ciudad", afirma González Codón.