Los tres menores intoxicados leves en un incendio extinguido esta mañana por los bomberos en la calle Río Narcea de Ventanielles son los hijos de preso que se dio por muerto y que finalmente tenía signos vitales en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) el pasado 7 de enero, Gonzalo Montoya, según ha podido saber este periódico.

Los afectados por las llamas aseguraron que además de los tres menores, en el bajo incendiado estaban también dos mujeres. El origen del fuego habría estado en una vela utilizada para iluminar el local al carecer de suministro eléctrico.

La labor de un carnicero del barrio, que se percató de la salida de humo del inmueble habría sido decisiva para salvar la vida de los cinco ocupantes del mismo. La rápida labor de los bomberos, que extinguieron las llamas en menos de 20 minutos después de la llamada, impidió mayores daños materiales en la zona.