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TIM REDFORD | Programador de SQP (Francia)

"El audiovisual que viene de la realidad virtual es muy potente, pero le falta narrativa"

"El cine en Francia está muy sano, el Estado financia las salas independientes y en los institutos se analizan películas"

Tim Redford, ayer, frente al Filarmónica.

Tim Redford (Londres, 1979) es uno de los coordinadores de los programas del festival francés de cortometrajes de Clermont-Ferrand "Sauve qui peut le court métrage" (SQP), una de las citas mundiales más importantes de este tipo de formatos y hermanado con la Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo (SACO) desde sus inicios. Ayer, Redford presentó en la ciudad una selección del programa Labo en el que el festival francés atiende a las propuestas más experimentales.

- ¿Qué se ha traido a SACO?

-En Clermont-Ferrand tenemos tres competencias, y la de Labo es la dedicada a lo experimental, aunque no nos guste ese término por la connotación elitista que pueda tener. Se trata, en realidad, de atender a narrativas menos clásicas. Dentro del festival, nuestra filosofía es llegar al máximo número posible de espectadores y presentarles también cosas diferentes. Ahí Labo funciona como una hibridación. A muchos programadores les gusta, y a Saco también.

- ¿Un programa como Labo permite detectar tendencias, por dónde va la vanguardia?

-Cuando empecé, hace quince años, se buscaba más la revolución estética. Creo que eso ahora se ha invertido, y lo que ha cambiado en el cine es la forma de contar. El espectador está acostumbrado, también, a formatos híbridos, y lo que cada vez se ve más es la mezcla entre ficción y documental. Los trabajos tienden a plantear al espectador esas preguntas. ¿Dónde está la realidad? ¿Qué tipo de genéro es éste? La línea que separa ficción y realidad cada vez es más fina.

- ¿Las nuevas tecnologías favorecen, por el formato breve, el cortometraje?

-Hace unos años sí hubo un auge en el uso del móvil. Ahora no voy a decir que es un aburrimiento, pero ya no es nuevo. Lo que sí estamos encontrando son trabajos que salen de los vídeojuegos, de la realidad virtual, los formatos 360... Es muy potente y cada vez se hacen más cosas, pero todavía les falta narración, historia. Lo importante sigue siendo contar una historia, y la revolución tecnológica no llega ahí, o llega demasiado rápido.

- ¿Qué le parece el certamen de Oviedo, cómo ven ustedes SACO?

-SACO está guay. Llevamos tres años viniendo con programas. El sábado flipé cómo estaba el teatro con "Vértigo". La programación es bastante atrevida, y aunque no conozco bien Oviedo creo que la propuesta es magnífica porque falta cine en el centro de la ciudad. Este año hemos hecho también la exposición basada en Labo, con la que invitamos a artistas plásticos a que dejen su huella sobre los trabajos que exhibimos, y les he sugerido a Saco que hagan también su propio formato. Nuestra colaboración refuerza, además, el hermanamiento de la ciudad con Oviedo y creo que el programa está teniendo su repercusión en España.

- Supongo que en Clermont-Ferrand hay más salas que en Oviedo. ¿También más protección?

-Sí, tenemos siete cines. Tres son de arte y ensayo, y están subvencionados por el Estado con la misión es promocionar el cine más independiente. Los precios son bajos, cinco euros, y el trabajo del CNC (Centro Nacional de Cinematografía) hace que el cine francés esté muy sano. Se programa mucho, va mucha gente al cine y de todas las edades.

- ¿Cuál es el secreto más allá de la subvención?

-La educación es muy importante. El Ministerio incluye la opción de cine en el instituto y los alumnos reciben cursos de análisis fílmico. Está en el currículum del Estado y en cada región hay asociaciones como la nuestra que van a los centros y trabajan con los adolescentes para que se acostumbren a hablar de cine sin vergüenza, a plantearse preguntas. Además, también hay escuelas de cine en las que los profesores pueden recibir formación extra para aplicarla luego en clase. Al final eso permite que en festivales como el nuestro, en el que se venden 165.000 entradas, 40.000 sean sólo de chavales.

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