La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 40 años y una mujer de 27, ambos de nacionalidad rumana, acusados de manipular y poner cepos en una veintena de cajeros automáticos de Oviedo y Gijón de los que sustrajeron más de 1.500 euros.

Según ha informado la comisaría gijonesa, a los arrestados se les intervinieron doce "cepos capturadores" preparados para su inmediata colocación y las herramientas idóneas para llevar a cabo este proceso.

La investigación se inició la semana pasada cuando el jefe de seguridad de un banco puso en conocimiento de la Policía una veintena de ataques sucedidos durante el mes de marzo que habían sufrido cajeros automáticos de la entidad bancaria a la que representaba.

Los autores colocaron unos dispositivos de "fabricación artesanal" en los dispensadores de efectivo de los cajeros que capturaban el dinero que el cliente solicitaba.

Estos "cepos" eran instalados durante pocas horas, generalmente en horario nocturno o en los fines de semana, para evitar que los responsables de las entidades se percatasen del fraude.

A pesar de que los autores ocultaban su rostro, los agentes lograron recuperar imágenes del circuito de videograbación de los cajeros para obtener una descripción de las personas que utilizaban este método delictivo.

Fruto de este operativo de búsqueda, ambos fueron detectados en la mañana del Jueves Santo en el barrio del Llano de Gijón cuando estaban colocando un "cepo" en un cajero automático de fachada.

Estas personas, procedentes de Vizcaya, llevaban consigo cinco hojas manuscritas con las direcciones de 47 entidades bancarias, objetivos de sus estafas.

Se estima que la cantidad obtenida por este procedimiento alcanza los 1.500 euros y que los daños ocasionados a los cajeros sean superiores a los 5.000 euros.

Los arrestados, que utilizaban distintas identidades, tenían antecedentes por delitos contra el patrimonio y ambos tenían en vigor una orden de averiguación de domicilio y paradero decretada por un Juzgado de Instrucción de San Sebastián. EFE