Daniela Zanzoni está convencida de que la materia tiene un principio y un fin, que se expande o se contrae hacia su propio centro. Es el leit motiv de la colección que la artista italiana afincada en Oviedo presentó ayer en la galería Arancha Osoro (Ventura Rodríguez, 6) y que se podrá visitar hasta el próximo 14 de mayo.

La muestra, "Principio y fin" trata de esa visión que tiene la autor de que "la materia tiene un principio y luego se deshace hasta desaparecer, se va dispersando hasta que no queda nada o se va uniendo hasta conformar algo nuevo". Zanzoni dibuja en su ordenador esos procesos, a veces los hace desde el centro hacia afuera y en otras ocasiones una suerte de agujero negro absorbe las líneas que la mujer va trazando con el ratón del ordenador.

El ordenador se convirtió en herramienta de trabajo de la artista en el año 2000 y, a partir de ahí, comprobó las posibilidades que se abrían con el mundo digital.

Tras varias exposiciones en Madrid, Daniela Zanzoni regresa a Oviedo con sus dibujos digitales en los que esas líneas se convierten en cuerdas que se tensan y se expanden o contraen creando imágenes coloristas.

Zanzoni (Roma ,1948) estudió arquitectura y trabajó en el estudio de su padre. Hace 40 años llegó a Oviedo y aquí su necesidad creativa la llevó a Taller 3. A partir de ahí, de la mano de Purificación Trabanco conoce el taller experimental de Humberto lo que le lleva adentrarse más en su faceta artística y lograr romper con las líneas marcadas por el dibujo técnico de la arquitectura. Tras años experimentando llega a la digitalización de la materia o de lo que la artista piensa que ocurre con la materia.