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Aquellas clases escatológicas

Un conocido profesor utilizaba ejemplos un tanto desagradables para enseñar a sus alumnos lo que es el "ojo clínico"

Aquellas clases escatológicas

Teníamos un genial profesor de Física y Química, médico forense y subdirector de la Escuela Profesional de Comercio, Jesús Costillas, hermano de don Isidoro, profesor de Lengua y Literatura de la misma Escuela de Comercio.

El profesor partía la asignatura en dos. Media clase de Física y la otra media de Química. Con el fin de hacer más atractiva, si cabe, referida clase, solía contar un chiste o anécdota, algunas veces de carácter "marrón", es decir, un poco guarras.

Un día de esos, nos contó que en una clase de la facultad de Medicina, un profesor quiso hablar a sus alumnos sobre "el ojo clínico ", para lo cual les dijo que la mejor experiencia era llevarlo a la práctica.

Por tanto les dijo lo que había que hacer: meter el dedo índice en el trasero y después chupárselo en la boca. "Fijense, lo voy hacer yo primero y después ustedes". Así lo hizo y a continuación comenzaron los discípulos. Los vómitos y arcadas fueron generales en toda la clase.

Una vez calmados todos con aquella horrible experiencia, les dijo el profesor: "Bien su esfuerzo para el futuro, pero carecen de ojo clínico. Ustedes no se han fijado que mientras yo metía en el culo el dedo índice, luego me chupaba el pulgar".

Esa fue una de las anécdotas de aquel profesor. Otras muchas se sucedieron cada día que teníamos clase con él.

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