El Sporting regresará a Segunda División con la intención de que se convierta en un paso breve para retornar la próxima temporada a la máxima categoría. Esa es la idea que mantienen todos los estamentos del club desde el momento que se confirmó el descenso. Entre los que han puesto este objetivo en sus mentes desde se incluyen los futbolistas, que consideran que están en deuda con los fieles aficionados sportinguistas que les han apoyado en los momentos más delicados de esta campaña. Ese es su deseo y su intención primordial, sin buscar ningún tipo de reparo para conseguirlo. No hay cabida a otro objetivo.

El proyecto aún no se ha iniciado, pero la primera plantilla sportinguista cuenta en la actualidad con 22 jugadores con contrato en vigor, una circunstancia que tiene sus partes positivas, pero también otras negativas ya que no todos van a continuar luciendo la elástica del Sporting. Una decisión que no se podrá tomar hasta que no sea elegido el director deportivo que planifique el próximo año, así como el técnico que esté al frente del equipo. La buena noticia será encontrarse con un vestuario tremendamente comprometido y que pondrá toda la carne en el asador para que el Sporting regrese de inmediato a Primera División.

En ese apartado de futbolistas con contrato aumenta considerablemente el número de jugadores criados o que han pasado por el filial rojiblanco antes de dar el salto al primer equipo como son los casos de los defensas Alberto Lora, Canella, Jorge Meré y Julio, los centrocampistas Nacho Cases, Rachid, Pablo Pérez y Álvaro Bustos y los delanteros Carlos Castro y Dani Ndi. A ellos se suman futbolistas muy identificados con el club como Iván Cuéllar, Isma López, Carmona y Babin, al cual se le vio muy afectado en los últimos partidos por el descalabro. La nómina de futbolistas con contrato la completan Mariño, Whalley, Lillo, Amorebieta, Moi Gómez, Víctor Rodríguez y Viguera, fichajes la pasada temporada.

Todos ellos cuentan con contrato en vigor, aunque el Sporting debe de reducir ostensiblemente sus costes en la plantilla para cumplir con los límites salariales -cercano a los 10 millones de euros-. Varios de ellos verán cómo sus emolumentos son reducidos en un gran porcentaje al descender de categoría y se da por hecho de que algunos de ellos no continuarán luciendo la camiseta rojiblanca la próxima campaña. Por su parte, Xavi Torres, fichado por una temporada, anunció en sala de prensa que estaría dispuesto a esperar por el Sporting si surge un interés por su parte para su continuidad.

El futuro de la plantilla se resolverá de forma paulatina durante los próximos meses, donde el baile de salidas y llegadas será continuo en busca de formar una plantilla competitiva, con un gen luchador que exige una Liga tan competitiva e igualada como la Segunda División y con el sello de los futbolistas de la casa, que siempre le dan un plus al equipo en los momentos más delicados. Será el toro bravo con el que tendrá que lidiar el nuevo director deportivo apoyado por el técnico que sea seleccionado para capitanear un proyecto en el que la única intención, sin mayor margen de maniobra, no es otra que el ascenso a Primera División.