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Un convincente Oviedo, a ratos

Un convincente Oviedo, a ratos

El Oviedo deslumbró durante 15 minutos y, tras el gol del Llagostera, uno recordó aquella frase de Egea cuando las cosas no terminaban de rodar todo lo bien que deseaba el argentino: "Nos falta ser mejores durante más tiempo". Al Oviedo le cuesta mantener sus argumentos durante periodos más largos. Tiene momentos de brillantez, pero suelen ser seguidos de ausencias poco explicables. Ayer estuvo francamente bien al principio y logró ser consistente hasta el descanso. En la segunda parte el encuentro cambió. El Llagostera tuvo el mando aunque el Oviedo no fue exigido. El miedo a perder lo logrado actúa como mecanismo de defensa e instintivamente el equipo se echa hacia a atrás. Le pasó al Córdoba, sólido líder, la semana pasada. Pero la sensación es que al Oviedo le sigue sentando mejor irse al ataque. Lo demostrado hasta ahora le sirve a los de Egea para presentar credenciales de cara al play-off, parece evidente que va a luchar por estar en las eliminatorias por el ascenso a final de año, pero el margen de crecimiento es amplio. Si el Oviedo logra ganar continuidad en sus buenos momentos, estaremos ante un candidato a lo más alto.

El plus de Linares

Linares explotó la temporada pasada como un delantero goleador. Cifras como mejor aval, debates sobre la delantera al margen. Es de esos delanteros que siempre están en el lugar adecuado, siempre saben dónde caerá el rechace. Cuando otros delanteros se orientan con mapas. Linares usa el GPS al gol. Pero en Segunda, los caminos a la red son más cerrados. Ascender peldaños eleva el nivel de exigencia, especialmente para los delanteros. A Linares, además, le aumentaron la competencia en Oviedo, con Toché y Koné, delanteros muy diferentes pero con tendencia ambos hacia el gol. El aragonés ha entendido su nueva situación y ha añadido nuevos registros a su aportación. Aumentó la intensidad y creció su importancia en el equipo. Caza recompensas en el área; funcionario encargado de la presión lejos de ella. Ayer, sus dos primeras acciones en el partido fueron una recuperación y una entregada carrera en la banda. La tercera, ya fue el gol. Por no perder las viejas costumbres. Perfecto resumen en tres minutos de su aportación al Oviedo en el último año y medio.

Ajustes por mejorar

La demanda de Egea sobre la falta de continuidad de su equipo también tiene que ver con los despistes. En realidad es algo que les sucede a todos los equipos y al tratarse de partidos con tanta igualdad, esos despistes pueden definir partidos. Con 1-0 en el marcador y el equipo gustándose, Querol intuyó un hueco en la defensa poco vigilado y se lanzó a la carrera. Tenía fe el centrocampista en que algún compañero interpretara aquel sprint como una carrera hacia el gol. Sus súplicas fueron respondidas en forma de perfecto envío al área; a esa zona alejada donde los defensas azules no tendrían tiempo a llegar pero suficientemente alejado de la meta como para que Esteban se pensara dos veces si salir en su encuentro. La duda le dio ventaja al extremo catalán que igualó el partido. La mejora prometida también pasa por pulir esos despistes.

La maratón de Peña

Los habituales en las maratones dicen que una de las claves para afrontar un desafío tan extenuante es no pensar en el largo plazo, sino ponerse pequeños objetivos. Los 5 kilómetros primero; después alcanzar los 10, para inmediatamente ponerse a pensar en los 15. El "partido a partido" de Simeone con zapatillas de running. Peña, incansable en la banda izquierda, acumula kilómetros en cada partido como si de una maratón se tratara. La suma de pequeñas incorporaciones al ataque acaban señalándole como un preparado fondista. El rendimiento de Peña es el más destacado en lo que va de temporada entre los nuevos. En Oviedo, exigente plaza, a los nuevos se les mira con lupa. Para jugar ante el Tartiere hay que presentar un impoluto currículum deportivo. Además se exige temple, valentía y capacidad para evitar cientos de obstáculos. Esta temporada, a los nuevos les está costando destacar. Borja Valle fue la sensación en el primer mes y Susaeta emergió entonces para convertirse en el jugador franquicia. Esteban ha aparecido puntualmente para evitar males mayores y David Fernández firma cada fin de semana un homenaje a la regularidad. Los cuatro estaban el año pasado. Peña es la excepción. En el gol de Koné sumó, además de su habitual despliegue físico, un centro medido (de los que se echaron en falta en Córdoba) que el africano aprovechó perfectamente. Todos los futbolistas en el césped se fueron a abrazar a Peña, colaborador necesario en el tanto. Sirva como detalle ante el, hasta la fecha, fichaje más rentable de la temporada.

Miedo a un accidente

El Llagostera, aunque con el domininio del balón, no atosigó a los azules en la segunda mitad. El Oviedo defendió con orden, aunque algo atrás. El panorama era peligroso porque el resultado estaba expuesto a un detalle. Como un saque de banda nacido de los potentes brazos del lateral izquierdo visitante. El resultado es el mismo que ante el Nàstic, pero la sensación es que en aquella ocasión, el Oviedo fue más ordenado a la hora de defender su renta. También cabe apuntar aquí otro objetivo de mejora: lograr hacer más daño a la contra con el marcador a favor.

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