La historia de David Fernández en el Oviedo se repite cada verano. El mercado de invierno trae a centrales con cartel, dispuestos a arrebatarle el puesto. Y al final, el madrileño se acaba haciendo un hueco en los planes del entrenador de turno. David Fernández llegó al club azul en el verano de 2012, temporada en la que el Oviedo se encontraba al borde de la bancarrota. Solo una exitosa ampliación de capital que acabó con la llegada de Slim solventó la situación. Aquel curso, el Oviedo perdió en la fase de ascenso ante el Éibar y el zaguero, empleado en ocasiones en el lateral derecho, disputó 32 encuentros, 30 como titular. En la 2013/2014 la trayectoria del equipo fue más errática, pero también contó con la aportación habitual del madrileño: 31 encuentros como titular y otro como suplente. La gloria llegó en la 2014/15, con el ascenso de Cádiz. David formó una pareja impenetrable con Vila, disputando 35 partidos como titular. La guinda fue el gol del ascenso en el Carranza. En su regreso a Segunda, la campaña pasada, David mantuvo su status como indiscutible, tanto con Egea como con Generelo. Disputó 38 partidos, todos ellos como titular. Este año, la historia se repitió para él, con la llegada de competencia en la zona defensiva. Pero el madrileño sigue contando: lleva 24 partidos en el once inicial y otros dos aportando desde el banquillo.
