Oviedo

José María Uncal, psiquiatra, y Mónica Castro, psicóloga, repasaron ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA las situaciones de desconcierto a las que se enfrentan los miembros de la pareja cuando se rompe la relación. Ambos se refirieron a los talleres de apoyo psicológico que se realizan en colaboración con el Teléfono de la Esperanza para ayudar a los separados a superar una crisis que puede entrañar riesgos posteriores. En el repaso a las situaciones que se crean con la ruptura de la pareja, Uncal se refirió a algunas «poco aconsejables» como la dependencia, que atenta, según dijo, contra la propia libertad. «Algunos más que compartir cariño buscan cobijo, protección, y eso no es bueno». También desaconsejó la sumisión o la posesión.

La ruptura de una relación provoca gran desconcierto y surgen sentimientos nuevos, explicó el psiquiatra, que se refirió al miedo, la soledad, el desamparo, como principales temores, en ocasiones desproporcionados. «Uno puede sentirse culpable y se pregunta qué ha hecho mal. Ese cóctel emocional hace daño en el interior y es necesario hacerse nuevos planteamientos de vida para recuperar el equilibrio», dijo.

Mónica Castro explicó que en el taller del Teléfono de la Esperanza se trabajan los sentimientos y las emociones que surgen tras la separación de la pareja, para canalizarlas y restañar cicatrices.