Oviedo, Eduardo GARCÍA

«Ésta ha sido la victoria de un movimiento de cambio en la Universidad. Es mi compromiso: mi programa es mi contrato con toda la sociedad asturiana».

Vicente Gotor Santamaría, aragonés de nacimiento, arraigado en Asturias desde hace más de tres décadas, catedrático de Química Orgánica en la Facultad de Químicas, 60 años, casado, con dos hijos, se convirtió ayer en el nuevo rector de la Universidad de Oviedo y lo hizo tras una segunda vuelta y al segundo intento. Sucederá a Juan Vázquez tras una jornada electoral que transcurrió en completa normalidad y en la que partía con ventaja en los pronósticos. Al final no hubo sorpresas.

La candidata que se jugó la ronda final con Gotor, la catedrática de Derecho Internacional Paz Andrés Sáenz de Santa María, prometió «colaboración leal» pero también espíritu de crítica: «Los votos que ha tenido mi candidatura me atribuyen una responsabilidad de la que no voy a a huir».

Vicente Gotor venció con 7.168 votos, lo que le representó el 63,25 por ciento del voto ponderado. Paz Andrés logró 2.647 apoyos, el 36,75 por ciento del voto ponderado. Gotor consiguió imponerse en los cuatro sectores, pero, como ya ocurriera hace una semana, su triunfo se fraguó entre el colectivo de doctores. De ese 63 por ciento de voto ponderado, más de la mitad llegó directamente del apoyo de los doctores, y otro 15 por ciento del de estudiantes, más el complemento que supusieron el resto del personal docente e investigador y el personal de administración y servicios.

Paz Andrés tenía sus esperanzas puestas en un significativo aumento de la participación estudiantil. A pesar de sus esfuerzos, comprobó ayer que a los alumnos universitarios asturianos se les mueve mal.

A las seis de la tarde, 60 minutos antes del cierre de las urnas, la abstención del alumnado alcanzaba el 73 por ciento y las esperanzas de la catedrática de Derecho Internacional en su carrera hacia el Rectorado se difuminaban en buena medida. Las cifras finales arrojaron una participación estudiantil cercana al 20 por ciento.

La candidata llegó al patio central de la Universidad hacia las nueve de la noche. Traje negro y especialmente relajada. Fue la suya una derrota dulce, muy por encima de los resultados que se le suponían al comienzo de la campaña. Ayer, hasta sonreía su jefa de campaña, la profesora Begoña Sesma.

Minutos más tarde llegó Gotor, coreado por un grupo de jóvenes al grito de «Vicente, Vicente». Los esperaba el rector Juan Vázquez. Hubo mucha sonrisa y un exquisito «fair-play» mientras posaban para los fotógrafos.

El recuento de votos se había llevado a toda máquina y desde el primer momento quedaron bien definidas las posiciones.

A media mañana, por ejemplo, tras el momento electoral más intenso, entre las once y las doce del mediodía, las estadísticas presagiaban que los niveles de participación iban a ser muy parecidos, incluso a la baja, que los de la primera vuelta. Los profesores doctores mantuvieron el tipo y a las cuatro y media de la tarde ya había depositado su voto un millar de ellos, con más del 85 por ciento de participación, y al final alcanzaron el 92 por ciento (sólo dejaron de votar 103 de un colectivo de 1.243 personas). El personal de administración y servicios también superó a media tarde el 80 por ciento. Al final, la participación se quedó a 16 décimas de la del martes, día 15. Votaron 7.506 miembros de la comunidad universitaria sobre un censo de 28.000.

Ya con la noche cerrada sobre el patio del edificio histórico, Vicente Gotor se paseaba por el claustro teléfono en mano, recibiendo felicitaciones. Una de las primeras fue la del alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, quien le aseguró que no duda de que en esta nueva etapa que se abre «la Universidad y el Ayuntamiento van a tener una excelente relación».

Gotor se apresuró a enviar a todos los presentes, unas doscientas personas, con mucha cara conocida del ámbito universitario, un mensaje de unidad: «Todos somos necesarios, porque en el fondo todos buscamos lo mejor para la Universidad. Hay que formar un solo bloque para los retos que se avecinan, queremos caminar al lado de todos porque estamos ante una misión que es de todos». Recordó el rector electo el lema de su campaña: «Nos une la Universidad», y pidió iniciar «un debate sosegado pero profundo, no mediático ni maniqueo. Un debate de ideas, no de frases hechas y estereotipos. Quiero universitarios libres, capaces de ofrecer alternativas a la sociedad».

Hubo un guiño a la gente joven: «Muchas gracias por vuestro apoyo, sé que es difícil que vayáis a votar. Vosotros sois el futuro de la Universidad».

Paz Andrés estuvo certera en una intervención breve pero sin paja. Todo grano. «Mis mejores deseos para su Rectorado», le dijo a Gotor. «Gratitud infinita» para su equipo de una campaña que le ha servido -dijo- para conocer mejor la Universidad y a sus protagonistas. Coincidió con Vicente Gotor en que estamos «ante un momento crucial», con el horizonte del espacio europeo pisando los talones universitarios. Paz Andrés envió un aviso a navegantes, con su oponente como destino: «Es obligación suya ejecutar su programa. Tiene cuatro años para demostrarlo. El futuro se construye entre todos, con acuerdos pero también con discrepancias, que no tienen nada que ver con la crispación. Nunca recurriremos a la descalificación».

Los papeles están definidos. Vicente Gotor gobernará («no me perdonaría jamás el defraudaros»), y Paz Andrés estará en una oposición activa, respetuosa y vigilante. Se echó en falta en la cita de ayer a los otros dos candidatos, Santos González y Antonio Cueto. Gotor animó a seguir la fiesta y a ponerse rápido las pilas, «porque mañana tenemos mucho que trabajar».