Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La Consejería de Salud del Principado continúa sumando frentes de conflicto. Los coordinadores médicos de seis centros de salud de Oviedo han presentado su «dimisión irrevocable» ante el Servicio de Salud del Principado (Sespa), en señal de protesta frente a la instrucción que establece que todos los profesionales de atención primaria de las áreas urbanas deberán realizar guardias por las tardes. Lo mismo han hecho dos coordinadoras de enfermería.

Esta convulsa situación afecta a la mitad de los centros de salud de la capital del Principado, con el matiz de que algunos de los restantes carecían de coordinador. Según diversos observadores del sector, esta medida de presión podría reproducirse en los próximos días en los centros de salud de Gijón y de Avilés. Las dimisiones se han registrado en los centros de salud de La Corredoria, La Ería, Otero, el Cristo, Pumarín y Naranco. En los dos primeros, han dejado sus cargos tanto el coordinador médico como el de enfermería. Los nombramientos de los coordinadores son competencia de las gerencias de atención primaria.

Tras conocer la noticia, Elena Arias, gerente del Sespa, explicó que el responsable del área sanitaria de Oviedo, Florencio Fernández Ámez, tratará de reunirse pasado mañana, lunes, con los dimisionarios con el ánimo de reconducir la situación.

Los médicos y enfermeros dimisionarios han remitido a la administración sanitaria un modelo de carta común. Aunque no especifican la causa de su decisión, en ella dan a entender que obedece a la instrucción del Sespa que señala que, a partir del próximo 1 de junio, los profesionales de los equipos de primaria -salvo motivos legalmente justificados- deberán cubrir las guardias de tres de la tarde a diez de la noche, de lunes a viernes. Dicho de otro modo, las dimisiones no están relacionadas con las jornadas de trabajo de tarde, que el Sespa aspira a poner en marcha en los próximos meses.

Buena parte de los trabajadores de los centros de salud urbanos habían dejado de hacer guardias tiempo atrás, con el visto bueno del anterior equipo directivo de la Consejería. De modo que únicamente realizaban la jornada ordinaria, que va de ocho de la mañana a tres de la tarde. Se estima que con este sistema deberán hacer entre tres y cinco guardias mensuales.

En la carta de dimisión, expresan su «total disconformidad con la política implantada por la actual administración, tanto en el fondo como en la forma, que implica cambios importantes en la organización actual de los centros de salud urbanos del área sanitaria IV». Asimismo, manifiestan su «preocupación» por el «deterioro» de la calidad asistencial que, a su juicio, va a suponer este modelo.