Oviedo, Raquel L. MURIAS

Mide cuatro centímetros y medio, cabe en la mano, tiene órganos y huellas dactilares. Es un feto de doce semanas, de plástico, color carne, como de verdad; es el «bebé-Aído». Nacido como respuesta a la frase de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, que dijo que un feto de trece semanas de gestación es un ser vivo pero no un ser humano. «Pues para nosotros lo es, y el que no se lo crea no tiene más que cogerlo en la mano», asegura Gema Sala, ovetense, madre y portavoz de la plataforma Asturias por la Vida, que envía a los políticos estos muñecos para que «vean la realidad». Bibiana Aído ya tiene el suyo.

Es la cara de la lucha de las asociaciones pro vida y antiabortistas para intentar convencer a las mujeres de que no aborten. Si dudan, ellos les ponen el niño en la mano. «Queremos informar a las mujeres», aseguran desde la plataforma Asturias por la Vida, que también participa en esta iniciativa. Para Gema Sala, esta reproducción de un feto de doce semanas es «una buena idea para hacer llegar a las mujeres la información, y para que se den cuenta de que sí son seres humanos».

«La presión social consigue que las chicas sean víctimas del sistema. ¿Cómo que no pasa nada por abortar? Claro que pasa. Cualquier intervención quirúrgica que llevase consigo el dolor psicológico de un aborto ya no estaría permitida», explica Sala, que deja claro que «yo también llegué a ver el aborto como algo natural, como una opción más, por eso ahora lucho».

Juan José Panizo, abogado avilesino, sin hijos, también trabaja en esta lucha. «En 1985 vi el resultado de un aborto de catorce semanas y me quedé impresionado», explica. Ahora intenta que nadie opte por el aborto. «Cuando era más joven me sentaba a las puertas de las clínicas de Madrid a rescatar a las chicas que iban a abortar. Lo conseguimos varias veces». Otras optaron por seguir adelante con la interrupción el embarazo.

Para la plataforma Asturias por la Vida no hay opción para el aborto «en ningún caso». «Y encima ahora hacen una ley que se asienta sobre el mal», matiza Panizo. «Sólo en el caso de que existiese un conflicto con la vida de la madre lo entenderíamos, pero para eso ya están los médicos que no lo permiten», asegura Gema Sala.

Desde que los «bebés-Aído» salieron a la luz, hace menos de un mes, ya se han repartido cientos. Estos fetos de plástico de doce semanas pueden comprarse en la página: www.bebé-aído.com. Cada bebé cuesta seis euros y se envía a un político «para que se conciencie», explica Gema Sala.

El próximo 17 de octubre, las asociaciones pro vida se manifestarán en Madrid, en contra de una ley que, según Gema Sala, «es la más machista del mundo porque deja que los hombres opten por el aborto y no se hagan cargo de sus responsabilidades como padres.»

Gema Sala y Juan José Panizo son las caras visibles de la lucha contra el aborto en Asturias. ¿Objetivo?: «Que no salga adelante la nueva ley del aborto y decirles a las mujeres que estamos aquí para apoyarlas si necesitan ayuda económica o respaldo para seguir adelante con su embarazo», explica Panizo.

Con la reforma de la ley del aborto, avalada por unanimidad por el Consejo de Estado, por primera vez en España se establecerá un sistema de plazos que regulará la interrupción voluntaria del embarazo. La ministra de Igualdad ya adelantó que espera poder llevar el anteproyecto de ley de reforma del aborto al Consejo de Ministro de la próxima semana. Esa futura ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo permitirá a las mujeres abortar libremente hasta las doce semanas de gestación.