Una cuestión metafísica. ¿Qué es un hospital? La metafísica está en todo, que dirían los escolásticos. También en la construcción del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) que se está llevando a cabo en los terrenos ovetenses de La Cadellada. ¿Un centro sanitario es sólo el edificio? ¿Y las camas? El concepto hospital, ¿incluye los ordenadores? ¿Y las calles para llegar a él?

Areces cambia de estrategia. En uno de sus últimos pronunciamientos públicos acerca del futuro HUCA, el Presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, quebró la estrategia restrictiva que hasta ese momento habían desplegado sus colaboradores. Y, para sorpresa de propios y extraños, optó por una interpretación en sentido amplio: los sistemas de información y los accesos -excluidos hasta entonces- también forman parte del proyecto de construcción del Hospital Central de Asturias.

Las cifras se disparan. Como consecuencia de este cambio de criterio, Areces concluyó que el coste final ascenderá a 450 millones de euros. Una cifra que supera en aproximadamente 100 la que se barajaba hasta entonces. Y que multiplica por seis aquella que en 1990 calculara Juan Luis Rodríguez-Vigil, primer mentor del gran proyecto. ¿Cómo se ha llegado de una cuantía a otra? La clave estriba en el paso del tiempo, los sobrecostes... y la metafísica.

Con el pie cambiado. La declaración de Areces, fechada el pasado 26 de septiembre, pilló con el pie cambiado a muchos de sus subordinados. ¿Qué suma habrá hecho el Presidente para llegar a 450 millones?, venían a preguntarse. Hubo desconcierto. Un titular de LA NUEVA ESPAÑA publicado en noviembre de 2008 rezaba así: «El coste final del hospital puede oscilar entre 350 y 400 millones de euros». En aquel momento, el malestar había sido patente en muchos despachos de la Administración. «¡Exageran!», exclamaban algunos responsables del ámbito económico y sanitario. Y ahora salía Areces con éstas. ¿Cómo terminará la historia?

La respuesta está en los primeros principios. Como suele suceder con las cuestiones metafísicas, conviene remontarse a los primeros principios. A la pregunta de cuánto cuesta construir un hospital, hace ya muchos años que los expertos del sector sanitario responden que el coste global equivale al presupuesto de un año de funcionamiento de ese hospital. Y el presupuesto del actual Hospital Central de Asturias para el año 2009 ronda los 415 millones de euros. Luego es posible dar muchas vueltas a unas cifras y a otras, pero la realidad indica que no conviene perder de vista esta máxima sanitaria.

Todo empezó con 72 millones de euros. La idea de construir un hospital nuevo en Oviedo surgió en marzo de 1988. Reformar la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Covadonga suponía 6.217 millones de pesetas ( algo más de 37 millones de euros), y fue ganando enteros la idea de que, metidos en gastos, mejor era pensar en un edificio de nueva planta. El por entonces consejero de Sanidad de Asturias, Juan Luis Rodríguez-Vigil, cifró su coste en 12.000 millones de pesetas ( 72 millones de euros).

El tiempo pasa, las cifras crecen. En el primer Ejecutivo de Areces, el consejero de Salud, Francisco Sevilla, evaluó el coste del futuro HUCA en casi 190 millones de euros, y el de toda la ciudad sanitaria anunciada entonces en algo más de 221 millones. Luego, el proyecto definitivo -sólo el del Hospital, lo demás ha caído en el olvido- fue licitado en casi 267 millones de euros. Finalmente, se adjudicó a la oferta más económica -la de Sacyr, San José y Sánchez y Lago-, que planteó una bajada del 23 por ciento, hasta llegar a 205,3 millones de euros.

Y llegó el sobrecoste. Se iniciaron las obras, avanzaron a buen ritmo al principio, y en el verano de 2007 llegaron los problemas. El Gobierno asturiano introdujo una serie de modificaciones y mejoras en el proyecto y las constructoras exigieron un aumento de sus emolumentos próximo al 50 por ciento. Finalmente, y tras casi un año de polémicas, se cerró un acuerdo que fijó el sobrecoste en 54,5 millones de euros, lo que elevó el precio de la obra hasta los 259,8 millones, muy próximo a la cuantía de la licitación.

Partidas presupuestarias de quita y pon. Pero la pregunta del principio persiste: ¿Cómo llegó Areces a los 450 millones de euros? Principalmente, y según los datos facilitados esta semana por el Gobierno regional, añadiendo dos grandes epígrafes que hasta entonces habían sido excluidos de todas las previsiones de la Administración regional. Se trata de los referidos a informatización, que en un edificio gigante como el HUCA tiene un precio de licitación de 51 millones de euros; y del correspondiente a la urbanización de los terrenos colindantes y a los accesos al hospital, cuantificado en casi 33 millones. La no inclusión del capítulo informático seguramente carecía de justificación, pero la del anillo hospitalario y los accesos a la autopista «Y» probablemente era defendible. Sin embargo, el Presidente del Principado optó por sumarlo todo. Fuentes del Gobierno pronostican que algunas partidas se verán reducidas en el proceso de adjudicación.

Todo por Oviedo. ¿Y por qué lo hizo? Areces sabrá. Pero son abundantes los observadores que concluyen que algo habrá tenido que ver el hecho de que la sorprendente declaración tuviera como marco la inauguración del centro de salud de La Corredoria y como contexto una enardecida proclama de lo mucho que el Gobierno del Principado está haciendo por la capital de Asturias. Y es que la apuesta por Oviedo que está llevando a cabo el Ejecutivo de Areces bien vale un replanteamiento de los principios de la metafísica.