Oviedo / Barcelona,

Ignacio PULIDO / Agencias

Un Parlamento catalán muy dividido abrió ayer la puerta a la prohibición de las corridas de toros en Cataluña por un margen de ocho votos. En una votación secreta, 59 diputados se mostraron a favor de rechazar la iniciativa legislativa popular (ILP) que pide prohibir los toros, avalada por 180.000 firmas, y 67 en contra. Cinco diputados se abstuvieron y cuatro más no votaron. El debate fue apoyado desde la calle por un grupo de detractores de las corridas de toros. Los promotores de la iniciativa antitaurina creen que la prohibición podría llegar en mayo. La votación, electrónica y secreta impidió conocer el voto de cada diputado, si bien ERC e ICV-EUiA se habían manifestado a favor de que la Cámara debatiera la abolición, PP y Grupo Mixto defendieron lo contrario, y CiU y PSC dieron a sus parlamentarios libertad de voto.

Ecologistas y detractores de la tauromaquia aplauden esta decisión, que consideran el primer paso hacia la supresión estatal de la arraigada tradición. La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies elogia la votación. Su portavoz, Fructuoso Pontigo, «Fruti», advierte de que «la fiesta taurina no es arte ni es cultura, es tortura». «La supuesta fiesta nacional nos parece un verdadero disparate. Se trata de una práctica de la antigüedad que ha ido desapareciendo poco a poco de numerosos países», subraya.

Fructuoso Pontigo sostiene que la tauromaquia cuenta en Asturias con pocos seguidores. No obstante, señala que la supresión de la fiesta en el Principado es aún una quimera. «La sociedad catalana tiene más sensibilidad ambiental que la asturiana. Aquí nos encontramos en las antípodas de la Península. Va a ser difícil llevar ese debate a la Junta General. Ninguna de las fuerzas políticas con mayor representación en Asturias ha dicho nada», matiza.

Por su parte, Antonio Suárez, presidente de la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel), afirma que «la iniciativa aprobada es un gran avance». «Es el primer paso hacia la abolición a nivel estatal. Se trata de una petición que los ciudadanos solicitaban. Se consiguió triplicar el número de firmas necesarias para trasladar la propuesta al Parlamento», precisa.

Según las estadísticas de ANADEL, Asturias es una de las comunidades autónomas con menos interés por los toros. «Nuestros estudios demuestran que Asturias, Cataluña y Galicia son las comunidades con menor número de seguidores taurinos. En concreto, estarían a favor de la abolición el 70% de los ciudadanos», afirma Antonio Suárez, a quien le gustaría trasladar el debate a la Junta General.

La noticia ha sido recibida con pesimismo por las peñas taurinas asturianas. Alfredo Medina, directivo de la peña gijonesa José Tomás, lo lamenta. «En este país ya nadie sabe a qué atenerse. Es una aberración que se supriman los toros. ¿Acaso en el tiro al pichón y en la caza del jabalí no sufren también los animales?», se pregunta. Y añade: «En la feria de Begoña hubo una manifestación antitaurina en la que se nos llamó asesinos. De todos modos, creo que va a ser difícil abolir los toros, puesto que mueven muchísimo dinero». A pesar de todo, se muestra precavido. «¿Quién nos dice que dentro de una década no se prohíban las corridas?», concluye.