Oviedo,

Agencias / J. A. A. / P. Á.

Los grupos del PSOE e Izquierda Unida rechazaron ayer en la Junta General del Principado una moción del PP que solicitaba al Gobierno regional una revisión en profundidad del plan de ordenación de recursos humanos del Servicio de Salud del Principado (Sespa).

El diputado del PP Carlos Galcerán fue el encargado de defender la iniciativa de su grupo en la sesión plenaria. Según Galcerán, el citado plan no ofrece una planificación eficiente de las necesidades reales de personal y situaciones administrativas derivadas de la reasignación de efectivos, ni tampoco propicia la programación periódica de las convocatorias de selección de promoción interna y movilidad que precisa dicho servicio.

Sostuvo el diputado popular que el plan carece de la precisa negociación sectorial y que, por consiguiente, no cuenta con «el grado de consenso exigible». Galcerán tildó la política de recursos humanos del Sespa de «desacertada», «incorrecta», «inoportuna» y generadora de una «parálisis» en el sistema sanitario. A su juicio, el Gobierno asturiano ha provocado «desmotivación» entre los profesionales, al no contar con ellos, con consecuencias que «ya están pagando los ciudadanos».

El diputado popular relató el caso de un paciente que le llamó «indignado» porque lleva esperando respuesta a un problema de próstata desde marzo de 2009. Galcerán denunció lo que considera un «desbordamiento» de las listas de espera, tanto en atención primaria como en especializada, y mostró su rechazo a la jubilación «masiva» decretada por el Sespa para los médicos mayores de 65 años. «La sanidad pública carece de un cardiólogo infantil porque el que había se jubiló y no ha sido sustituido», denunció.

«Ustedes hacen reglas para los profesionales y las imponen, pero sin contar con ellos», subrayó el portavoz del PP, quien habló de «fuga de profesionales» y reclamó un modelo que permita alcanzar la calidad óptima y garantizar la sostenibilidad del sistema.

Entre tanto, Pilar Alonso, diputada del PSOE, rechazó la moción del PP. Adujo que el plan de ordenación del Sespa busca un nuevo modelo de gestión y agregó que en cualquier proceso de esta naturaleza es normal que existan «resistencias» y «oposiciones al cambio». Rebatiendo a Galcerán, Pilar Alonso rechazó que existan «imposiciones» a los profesionales. Indicó que el modelo de gestión clínica que impulsa el Principado es de adscripción «voluntaria». Negó que exista fuga alguna de profesionales y añadió que se está dando entrada en el sistema a profesionales jóvenes. Alonso acusó al PP de crear «alarmismo».

Por su parte, el portavoz de IU-BA-Verdes, Jesús Iglesias, calificó de «exagerada» la descripción realizada por Carlos Galcerán. Según Iglesias, los profesionales son «clave», pero no constituyen la «razón de ser» del sistema sanitario público. Iglesias abogó por una política de personal que sea «la más adecuada para garantizar la mejor atención a los ciudadanos».