Oviedo,

P. R.

Familia, amigos y compañeros de la Universidad despidieron ayer, en la iglesia de San Juan el Real de Oviedo, a José María Martínez Cachero, «un hombre inteligente y bueno, de profunda religiosidad y fe madura», según afirmó durante la homilía el párroco Fernando Rubio. Catedrático emérito de la Universidad, en la que desarrolló una magistral tarea de docencia e investigación durante cincuenta años, el profesor Martínez Cachero falleció el pasado miércoles en su domicilio de Oviedo, a los 86 años.

En la homilía, Fernando Rubio rindió un homenaje a Leopoldo Alas «Clarín» y a su novela «La Regenta». Y recordó al sacerdote Florentino Rojo, del Colegio Hispania, que introdujo a Cachero en la obra de Clarín y fue quien le prestó una primera edición de la novela, entonces casi prohibida. «¡Qué bien hizo Florentino Rojo!», subrayó Fernando Rubio.

El funeral fue concelebrado por seis sacerdotes, entre ellos su compañero de la Universidad y del Real Instituto de Estudios Asturianos Javier Fernández Conde. El también profesor de la institución Jesús Menéndez Peláez efectuó las lecturas epistolares, del Libro de la Sabiduría.

La Universidad estuvo ampliamente representada, tanto por su equipo de Gobierno -asistieron varios vicerrectores- como por profesores de la facultad de Filología y de otros centros. Jorge Fernández León, viceconsejero de Cultura, ostentó la representación del Gobierno regional.

«Le conocía poco, coincidí con él como alumno en la facultad. Era un hombre de inteligencia singular que nunca buscó el brillo más allá de su entorno. Dedicó su esfuerzo y trabajo a aquellas cosas en las que creía, algo que hoy no es demasiado frecuente. Era un profesor extraordinario y un hombre vinculado a sus convicciones, y esa modestia que le caracterizaba quizá lo hizo parecer menos importante de lo que era», declaró Fernández León a LA NUEVA ESPAÑA.

Sus hijos, María y José Martínez-Cachero Rojo, no dejaron de recibir palabras de consuelo en las que se subrayaba la condición de hombre sabio y bueno del fallecido. Al funeral asistieron también, entre otros familiares, su hija política, María Isabel García Alonso y sus dos nietos, Miguel y Álvaro, a los que el profesor Martínez Cachero adoraba.

Los hermanos Cristina y Leopoldo Tolivar Alas, biznietos del autor de «La Regenta», también despidieron a quien está considerado uno de los grandes especialistas en esa novela y, en general, de toda la obra de Clarín. El RIDEA estuvo representado por varios miembros, entre ellos Florencio Friera.

«Se va otro maestro universitario y ya no nos quedan muchos», comentaba el poeta y profesor Leopoldo Sánchez Torre.

«Siempre encontré en él consejos puntuales y acertados sobre mi obra», subrayaba el escritor astur-cubano Eduardo Alonso.