Marbella (Málaga), Efe

El dueño del Asador de Guadalmina de Marbella (Málaga), José Eugenio Arias-Camisón, afirmó ayer que acata la ley antitabaco «por imperativo legal» pero que, «al final», ganará «esta guerra», en alusión al conflicto con la Junta de Andalucía al negarse a cumplir la norma. Arias-Camisón, al que la Junta le notifico ayer que le permitirá reabrir su establecimiento al comprometerse a no quebrantar la ley antitabaco ni la ley general de Sanidad, dijo ante los medios que «contra quince millones de fumadores y 300.000 locales de hostelería no hay Gobierno que pueda».

El dueño del restaurante, que el pasado 1 de enero se negó a cumplir la normativa reguladora de los espacios en los que no se permite fumar, señaló que de las «alrededor de 100.000 firmas contra esta mal llamada ley antitabaco» que llevan recogidas por toda España, «una gran parte pertenecen a los no fumadores». En este sentido, señaló que «la gente está cansada de tragar las píldoras de este Gobierno», en el que, añadió, «la preparación cultural de gran parte de sus miembros y "miembras" es equivalente a la de un niño o niña de 13 años».

Arias-Camisón seguirá recogiendo firmas y, en cuanto las tenga reunidas, procederá «contra esta ley», porque «al final, que no les quepa duda alguna», ganará «esta guerra». «Desde luego, no me pienso quedar callado, porque esto ha sido un atropello y un golpe de Estado, y no lo pienso aceptar», aseguró el rebelde propietario del restaurante.