Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Cerca de 5.000 ordenadores, unas 3.000 impresoras, cinco escáneres y otras tantas resonancias magnéticas, un PET-TAC... El equipamiento de un edificio de dimensiones colosales, como es el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), ha de manejar necesariamente cifras mareantes. Y el coste sigue idéntica pauta, por supuesto.

Un ejemplo: cada cama de la UVI cuesta entre 20.000 y 24.000 euros; cada cama normal (de planta) se queda en el entorno de los 2.000 euros. El ya célebre Da Vinci, un robot quirúrgico máximamente vanguardista que promete inimaginables beneficios para los cirujanos y los pacientes, tendrá un coste que roza los 3 millones de euros. Con todo, los responsables del HUCA confían en que salga muy barato, pues barajan que pueda ser donado por una importante entidad de la región.

La tecnología, la informática y el mobiliario del recinto sanitario que se levanta en los terrenos de La Cadellada implicarán una factura de 138,5 millones de euros, casi la mitad de los que están suponiendo los trabajos de construcción del edificio, que si no surgen nuevos sobrecostes quedará establecido en 295,4 millones de euros.

Mario González, gerente del actual HUCA, ya tiene muy afinados los plazos. Su objetivo es que la totalidad del equipamiento esté en el nuevo edificio cuando concluya 2011. De este modo, se dispondría de seis meses más para instalarlo, verificar su funcionamiento y familiarizar con su uso al personal del centro sanitario. Sobre este calendario, Mario González ve posible abrir las puertas del nuevo Hospital Central «a finales de junio de 2012».

Todo ello requiere que los pasos que restan sean ejecutados con diligencia. Y eso supone que las empresas constructoras cumplan los tiempos firmados, que establecen que todas las actuaciones deberán estar concluidas el próximo día 31 de marzo, con la sola excepción del edificio de administración, que habrá de estar rematado el próximo 15 de junio.

La crisis aprieta y los responsables de poner en marcha el complejo sanitario quieren ir por delante en materia de austeridad. La consecuencia es que «aproximadamente un 25 por ciento» del material que actualmente se está empleando en el centro sanitario ubicado en el barrio del Cristo será trasladado al nuevo. Mario González puntualiza que este índice de aprovechamiento no es homogéneo en todos los epígrafes. «En algunos tipos de equipamiento se aprovechará el 50 por ciento, en otros el 30 y en otros nada», señala.

En el momento actual, una parte del equipamiento del HUCA ya ha sido adjudicada y otra parte se halla en diversas fases de adquisición. Las macrocifras han sido distribuidas en dos grandes bloques. Por un lado, la informática, los sistemas de información, que ya han sido adjudicados en 42,8 millones de euros. Los beneficiarios de estos contratos son Indra, Cerner, Software AG, Investrónica (El Corte Inglés) y PricewaterhouseCoopers.

El segundo bloque incluye lo que es propiamente equipamiento hospitalario, y va desde la alta tecnología hasta el mobiliario general y clínico, pasando por la radiología convencional y las máquinas dispensadoras de ropa.

El nuevo Hospital Central estará dotado con cinco escáneres (TACS) y cinco resonancias, frente a los tres escáneres y dos resonancias disponibles en el edificio actual. Serán aprovechadas las dos resonancias y dos de los tres escáneres. Asimismo, contará con cuatro aceleradores lineales (ahora hay dos, uno de los cuales será trasladado).

A todo ello se le sumará un PET-TAC, que ha salido a concurso por 2,5 millones de euros y que ofrecerá mayor precisión en el diagnóstico y tratamiento de las lesiones, principalmente las tumorales. Hasta el momento, no existe un dispositivo de estas características en la sanidad pública del Principado. Los dos existentes están instalados en el Centro Médico de Asturias y el Hospital de Jove.