Oviedo, Chus NEIRA

Desaparecidos hace años y por este orden los músicos Otis Spann, Roosevelt Sykes, Memphis Slim y Johnnie Johnson, el fallecimiento el pasado martes, en su casa de Austin (Texas), de Joseph William «Pinetop» Perkins pone fin a la saga de los pianistas de blues, verdaderos supervivientes de la historia del género, desde sus humildes orígenes aporreando el instrumento en precarias casas de bebida hasta la etapa eléctrica que tuvo su capital en Chicago a partir de la segunda mitad del pasado siglo.

Pinetop Perkins, como se le conocía en todo el mundo, tuvo la suerte de cubrir, en 1969, la baja de Otis Spann en la banda de Muddy Waters, el padre de todo aquel sonido salido de los campos de algodón y amplificado en la gran ciudad. Su piano quedó ligado al patriarca y a la banda que lo acompañaba, «The Legendary Blues Band», con la que siguió, al piano y cantando, durante los años setenta, ochenta y noventa.

Antes del encuentro con Muddy Waters, Pinetop Perkins, nacido en Belzoni, Mississippi, había estado al lado de los bluesmen Robert Nighthawk y Earl Hooker. Curiosamente, su nombre se lo debe a otro pianista, Pinetop Smith, autor del «Pinetop's Boogie Woogie», por una grabación que realizó de esta pieza en los años cincuenta. Pinetop Perkins era un pianista de blues que procedía del boogie woogie, un género más espectacular, y en sus grabaciones en solitario destacan siempre cortes como el citado o «Caledonia». Todavía en activo a sus 97, en el pasado mes de febrero se había convertido en el artista de más edad que ganó un «Grammy» por su disco «Joined at the hip».