Oviedo, Carolina G. MENÉNDEZ

Dos años después de su primera visita a Marruecos, la Orquesta de Cámara de Siero (OCAS) regresa al país alauí para desarrollar, al igual que en 2009, el programa «Vínculos», un proyecto musical de voluntariado y cooperación cultural y educativa. En esta ocasión, la formación musical emprende rumbo hacia Marrakech y Agadir, ciudad costera donde permanecerá la mayor parte de su estancia en el vecino país.

Durante tres semanas y a partir del miércoles, la formación que dirige Manuel Paz desde su fundación tiene previsto ofrecer cerca de una veintena de conciertos entre didácticos y convencionales. Los primeros tendrán como escenario escuelas, hospitales y pequeños núcleos rurales, a los que raramente acude una orquesta. El objetivo es acercar la música clásica a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, sobre todo a los niños y jóvenes.

Además de estas actuaciones, los miembros de la agrupación tienen previsto impartir, de forma altruista, clases de instrumento a estudiantes de conservatorios y escuelas de música. Ésta es una práctica habitual en el proyecto «Vínculos», que inició su andadura en 2007 en Bolivia y Brasil y que en años sucesivos llevó a la OCAS a Honduras, Guatemala, Nicaragua y el propio Marruecos.

Uno de los platos fuertes de la estancia de la formación en el reino marroquí será la actuación conjunta del grupo sierense y el laudista Driss El Maloumi. Para ello, el compositor asturiano Javier Blanco ha orquestado algunas de las obras del músico árabe, piezas que podrán escucharse en el teatro Real de Marrakech, entre otras salas. El coliseo es un monumental edificio construido en 1978 por el arquitecto Charles Boccara para acoger los eventos artísticos de relevancia que se celebren en la ciudad. En él han actuado hasta la fechas algunas de las mejores orquestas del mundo.

Y antes de cerrar la maleta, entre el equipaje personal y profesional, la orquesta de cámara incluirá los instrumentos y demás material musical donado por ciudadanos anónimos en la campaña solidaria emprendida por la propia OCAS y la Fundación Seur. Esta institución, una vez que recibe las donaciones en cualquier oficina nacional de la empresa de paquetería, se encarga de agruparlas y trasladarlas a Asturias, desde donde viajarán a Marruecos. Ya en el país, la agrupación asturiana entregará el material recaudado entre los estudiantes de música más necesitados.