Oviedo, Javier NEIRA

«El murciélago» revoloteó ayer por el teatro Campoamor en vísperas de la primera representación de la opereta de Strauss, prevista para el próximo domingo. Y es que la presentación oficial del título que abre la temporada de ópera del Campoamor fue una constante alabanza de una obra tan conocida como poco representada en España. La producción es del Festival de Ópera de Las Palmas, con una novedad: las partes habladas, que se han traducido al español, incluirán como añadido citas de Oviedo y alusiones a algunos personajes de la ciudad. Los detalles se mantienen en secreto a la espera que sea una sorpresa ingeniosa y agradable.

En el salón de té del teatro Campoamor comparecieron al mediodía de ayer el director de la temporada, Javier Menéndez; el director musical, Eric Hull; el director de escena, Mario Pontiggia, y los cantantes Mariola Cantarero, Chen Reiss y Gabriel Bermúdez.

Menéndez abrió el fuego. Lamentó no poder ofrecer por razones presupuestarias «El caballero de la rosa», de Richard Strauss, como estaba previsto inicialmente, pero añadió que «El murciélago», de Johann Strauss II, «es aquí novedad, es la opereta más emblemática y considerando cualquier género lírico es el título que hace el número 16 en cuanto a representación en todo el mundo. Incluso Richard Strauss se ha considerado deudor de "El murciélago"». El director de la temporada alabó el compromiso y las ganas de hacer que tiene todo el elenco, y añadió «que esa alegría se la van a transmitir al público». Presentó a los cantantes recordando sus anteriores actuaciones en Oviedo; Mariola Cantarero, en «Tancredi» y más recientemente en «Luisa Fernanda», y Bermúdez, en «Ifigenia», en la producción ovetense que se puso no hace mucho en Washington, donde su papel fue representado por Plácido Domingo.

El director musical, Eric Hull, que estará al frente de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), expresó su «placer por hacer una opereta de calidad; la orquesta es maravillosa, el coro de la Ópera de Oviedo, estupendo, y se va a lograr el espíritu vienés pero de otra manera, sin ser pedante. Un espectáculo divertido con un velo de melancolía gracias al elenco, que de verdad es estupendo, como artistas y como personas».

«Tengo debilidad por Oviedo», dijo en su turno Mario Pontiggia, director de escena, que, en su papel, de alguna manera dirigió la rueda de prensa. Con buen humor dijo que en España había tres teatros viudos de «El caballero de la rosa», ya que la programaron y no pudieron representarla: Las Palmas, Oviedo y..., prefirió no dar el tercer nombre. Como explicación de tanta frustración dijo que «El caballero» requiere de «un elenco monstruosamente grande y llega a poner en escena una segunda orquesta de 36 músicos». Ya sobre «El murciélago» indicó que conocía la opereta desde su infancia argentina. La dirigió en Las Palmas y, como afirmó, no está en el repertorio de ningún teatro español. Explicó que es una historia de burgueses de vacaciones en un balneario donde se cruza la idea de la máscara y la doble personalidad. Indicó que la orquestación y la música son excelentes y que los diálogos traducidos al español permitirán captar todas las ambigüedades. En ese punto anunció que habría alusiones a sitios y personajes de Oviedo, incluyendo el himno, «Asturias, patria querida».

La soprano Mariola Cantarero se deshizo en elogios hacia Oviedo. Recordó que se había casado apenas hacía diez días y que le habían dado cinco de permiso de boda. «¡Muchas gracias!», añadió. Dijo que «El murciélago» presenta grandes dificultades vocales y señaló que cantar en alemán era muy complicado para ella.

Chen Reiss dijo, por su parte, que su personaje correspondía «a una joven experimentada, en vez de una virgen» en alusión a «El caballero» y comentó que le habían cogido el aire vienés a la obra «gracias a Mario Pontiggia, con un resultado que es divertido, inteligente y superficial».

Cerró la batería de comparecencias el barítono Gabriel Bermúdez que explicó cómo es su personaje, Gabriel von Eisenstein: «Es un rentista, algo que hemos tenido en España estos años, un caradura, un egoísta que sólo quiere divertirse. Un monstruo como marido pero que resulta divertido para el público».

Finalmente se recordó el papel que va a hacer el actor asturiano Joaquín Carballido, un carcelero borracho que permite desarrollar acciones muy divertidas.