Gijón, R. VALLE

«Estoy como loca. El Mundial me lo he llevado yo, lo he ganado todo». La emoción y la alegría de Sara Ruesga desbordaba la conversación telefónica con la que ayer por la noche la peluquera gijonesa confirmaba desde Basilea su triunfo en el concurso internacional de peluquería y estética celebrado este fin de semana en la localidad suiza. Ruesga, una veterana en las lides del triunfo, se había llevado los primeros premios en las categorías de corte y color, recogido de noche y recogido de fantasía. «Y porque a lo demás no me presenté», bromeaba. A Sara se le fueron acumulando los diplomas y los elogios de los profesionales presentes en el concurso. «Fue mucho», repite una y otra vez.

Pero las distinciones de Sara no serán las únicas que lleguen mañana a Gijón tras bajarse del avión que las trae desde la Confederación helvética. La maquilladora Verónica Guerra se estrenaba en el mundillo de la competición internacional con un primer premio en maquillaje de fantasía. «La primera vez y quedo primera, ¿tú viste? La verdad es que ha sido una experiencia inolvidable e irrepetible. Bueno, irrepetible no, que yo vuelvo el año que viene», explica entre bromas después de seis largas horas de tensión y trabajo ante el jurado.

Los premios estelares de Sara y Verónica fueron el oro en una competición donde la delegación española «arrasó». Junto a las gijonesas hay que incluir en el palmarés internacional a Juan Carlos Jiménez y Pedro Abril con el segundo y tercer puesto, respectivamente, en recogido de fiesta. «Nos dijeron que nuestra calidad de trabajo es suprema, pero es que nos lo curramos. Son muchas horas, mucho esfuerzo...», explica Ruesga. Entre tanta alegría el único dolor de la campeona gijonesa es pensar que no pueda revalidar sus triunfos en el Mundial que el año que viene se va a celebrar en Tailandia.

El objetivo se mantiene tanto para Sara como para Verónica, pero el coste, que recae directamente sobre las concursantes, puede poner en peligro que Tailandia sea escenario de las mismas emociones gijonesas que Suiza. Una beligerante Ruesga recuerda que ninguna Administración les ayuda o subvenciona en este tipo de concursos «y sin embargo nosotras llevamos premios sin parar para Asturias».